The New York Times se hace eco de la crisis en el Valencia

The New York Times ha publicado un artículo sobre la crisis en el Valencia. En él se explica la situación en la que está el equipo valenciano, en el que recientemente han dimitido tanto el entrenador Prandelli como el directo deportivo Pitarch que afirmó al irse que el Valencia es "una trituradora de personas". Todo esto en medio de una crisis interna entre jugadores, cuerpos técnico y directiva.

El prestigioso diario estadounidense hace un recorrido por todo lo ocurrido desde que en la temporada pasada el equipo y sus jugadores empezaron a dar malas sensaciones a su afición. “Cuando el Valencia volvió al entrenamiento en la pretemporada, muchos de sus miembros lo hicieron con un pensamiento: Salir, tan pronto como sea posible”, destaca, a lo que se añade que los jugadores “solo querían salir”.

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En el extenso artículo dedicado al club español, por el que han pasado cuatro entrenadores (Espíritu Santo, Neville, Ayestarán, Prandelli) en dos temporadas, el periódico norteamericano destaca que “para muchos observadores, no hay trabajo más duro que entrenar al Valencia” y menciona a ex entrenadores del club valenciano como Claudio Ranieri, Rafael Benítez, Ronald Koeman o Quique Sánchez Flores, los cuales “recuerdan su paso por el club, históricamente el tercero más grande de España, como el más arduo de su carrera”.El medio estadounidense afirma que el desmoronamiento del club viene dado porque desde la directiva se espera que los entrenadores consigan mucho éxito con poco dinero.

El artículo subraya que el Valencia nunca ha experimentado una crisis tan grande como la actual. “El descenso es una posibilidad; Algunos ultras del club han sacado su frustración sobre los jugadores, acusándolos de no tener compromiso. Para otros, sin embargo, la culpa es de los de arriba”, exponen sobre la situación de la entidad valencianista, comandada por Peter Lim, que llegó como una “bendición” y que apuntaba bien en sus inicios, aunque poco duró su éxito. Ahora, con Voro en el banquillo, el equipo deberá conseguir la permanencia para no seguir decayendo.