José Carlos rescata un punto ante un Tenerife conformista
El extremo del Nàstic igualó el gol de Cristo, pero la expulsión a Manu Barreiro mermó las opciones del conjunto grana a sumar algo más.
El Nàstic vivió un quiero y no puedo. Primero le faltó fortuna, acierto en especial, para materializar sus ocasiones y después, cuando logró igualar el tanto del Tenerife, se quedó con diez por la expulsión de Manu Barreiro. Cristo adelantó a los visitantes y José Carlos, tres minutos después de aparecer en escena, empató. Un punto que sirve al Tenerife para seguir mirando arriba, pero amarga a un Nàstic que seguirá hundido en la tabla.
Juan Merino intentó cambiar la dinámica de 2016 y presentó un equipo titular con hasta cinco ‘debuts’. Manolo Reina disputó sus primeros minutos de Liga con la camiseta grana tras su grave lesión y Perone, Luismi, Emaná y Barreiro se presentaron ante su nueva afición. En los primeros minutos se respiraba nerviosismo, pero cuando Emaná tocaba el balón se notaba que algo había cambiado. Lástima (para la afición tarraconense) que ese nueva aura tan solo duró 11 minutos. Los que tardó en marcar Cristo para el Tenerife. En el Nou Estadi no daban crédito y más después de ver que el 0-1 llegó en una acción de córner y que el primer palo lo defendían Perone (1,95 metros de altura) y Barreiro (1,92). A este último le faltó fortuna porque tocó el balón, pero este se marchó peinado hacia el segundo palo y ahí lo esperaba Cristo para empujarlo. La era Merino en el Nàstic empezaba con un duro varapalo, pero entonces emergió el genio y la savia nueva. Luismi se adueñó de la medular y Emaná se salió de la banda izquierda (estaba desaprovechado ahí) para empezar a tener presencia por el centro. Tras el gol, el Tenerife bajó el pistón, dio un paso atrás, y eso provocó que se viviera un monólogo grana. Mossa se sumaba al ataque y Barreiro se dispuso a colgar del palo a la zaga tinerfeña. Tuvo dos ocasiones claras para empatar el partido, pero siempre se topó con un Dani Hernández espectacular. En la primera repelió un tiro seco desde dentro del área y en la segunda firmó una parada que formará parte del elenco de las mejores de la temporada. Llegó en el 41’ y el venezolano sacó su mano derecha para dejar con la boca abierta a la afición del Nou Estadi y con cara de incredulidad a un Manu Barreiro que veía como no iba a ser su día.
Pero eso ya fue en la segunda mitad y se inició con susto para los grana porque en el 53’, otra vez en una acción a balón parado, Cristo hizo el 0-2 pero el linier marcó, bien, fuera de juego. Tras ello, Merino dio entrada a Muñiz y a José Carlos y este último solo necesitó tres minutos para empatar el encuentro. Realizó una acción para enmarcar. Regateó tres veces a Camille y su tiro cruzado se coló en la meta de Dani.
1-1 y vuelta a empezar, pero con el hándicap para el Nàstic de jugar con uno menos por la expulsión de Barreiro por doble amarilla (no llevaba las dos espinilleras). Muñiz dispuso de una clara ocasión pero el marcador no se iba a mover. El Tenerife pareció que ya le valía el empate y el Nàstic se quedó sin fuerzas para sumar los tres puntos.
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