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VIDEOARBITRAJE

El novedoso VAR está en un remolque en los bajos del estadio

Las dos acciones que ha tenido que revisar en el transcurso de la competición han sido polémicas y han desencadenado una cascada de críticas hacia el sistema.

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El novedoso VAR está en un remolque en los bajos del estadio
AStv

Es la joya de la corona de la FIFA, el novedoso sistema VAR (Video Assistant Referee) que ha puesto en marcha en este Mundial de Clubes para rearbitrar los partidos. Las dos acciones que ha tenido que revisar en el transcurso de la competición han sido polémicas y han desencadenado una cascada de críticas hacia el sistema e, incluso, al propio rearbitraje. La FIFA cuida celosamente el interior de la instalación del VAR. No ha permitido a ningún medio entrar para fotografiarlo y conocerlo de cerca y, hasta la fecha, se ha limitado a distribuir una foto estática de su interor… AS localizó su ubicación y, tras atravesar un control al que sólo tiene acceso el personal de la FIFA, pudo estar en su interior.

El VAR se encuentra en los bajos del estadio, en un remolque que está situado junto a un furgón que es una unidad móvil de Dentsu/NTV, la cadena anfitriona de televisión que distribuye las imágenes del Mundialito. En el exterior se forman constantemente corrillos de personas hablando, son técnicos del sistema que debaten con árbitros que van ataviados con los chándales oficiales de la FIFA. Se respira una cierta preocupación. Las dos acciones rearbitradas y la polémica generada no deja resquicio para fallo alguno en los dos partidos más importantes que quedan por disputar en el torneo: el tercer y cuarto puesto y la final. Esta frenética actividad a su alrededor tiene lugar a un día aún del partido y cuando ya llevamos nueve días de competición.

El interior también es un trasiego de gente entrando y saliendo. Contamos hasta diez monitores diferentes, y a distintas alturas, y varios centros de control que, en apariencia, son bastante complejos de manejar. Tampoco hay mucho espacio. Durante el partido no cabrían más de cuatro personas para trabajar de manera holgada. A esa hora, tras el pitido final, la tensión será máxima.