Fornals hurga en la herida del Valencia: sexta jornada sin ganar
El jugador del Málaga abrió el marcador en el primer minuto y lo cerró, para frustración de Mestalla, en el descuento. La remontada, con goles de Rodrigo y Medrán, se quedó en nada.

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Fornals, un chico nacido a solo 60 kilómetros de Mestalla (Castellón), pero al que le han dado su oportunidad a 720 de su casa, le soltó al Valencia un guantazo en toda la cara y cuando más duele: en el 93. La zona Cesarini se le atraganta a los de Prandelli cosa barbara. Con el del Málaga, 11 goles de los 26 que lleva encajados los ha recibido en los últimos minutos. Y con ellos puntos que se le van y que le dejan tiritando en la clasificación. El Valencia se sitúa a dos del Deportivo, que cierra los puestos de descenso y juega mañana contra la Real Sociedad. Miedo es poco. El proyecto de Lim hace aguas. Más cuando el empate es lo mínimo que mereció el Málaga.
Lo de Mestalla comenzó a lo película de Bud Spencer. De sopapo en sopapo. Fue también Fornals el primero en soltar su pierna a pasear. Imponente e imparable su derechazo desde la frontal, quitándole las astillas al palo de Diego Alves y metiendo el miedo en el cuerpo al Valencia.
Corría el minuto 2 y a Prandelli parecía que se le hacía añicos el trabajo de toda una semana. Pero por suerte para el italiano y los suyos, Parejo, el discutido, y Rodrigo, el señalado, respondieron solo cuatro minutos después con una bofetada en forma de exquisto centro y sutil giro y remate de cabeza.
El tú me pegas y yo te respondo fue la tónica de la primera mitad. De una ocasión de Ricca a otra de Mario Suárez. De la que tuvo Ontiveros a la Munir. Y así hasta el gol de Medrán, con el que el Valencia daba la vuelta al marcador y que le permitía por primera vez en la temporada irse al descanso con ventaja. Ello gracias a que Siqueira se encontró con el balón en su línea de gol tras disparo de Juanpi.
Lo de la reanudación ya fue otra película. De guión de asedio a castillo medieval. Con el Málaga rodeando el área de Diego Alves y el Valencia defendiendo con todo y con todos. Pero mal. Sin personalidad para calmarse y mirando el reloj desde el 55’. Camacho se hizo el amo de la medular y la presión de los de Juande provocó que los che perdieran hasta 90 balones. Prandelli acabó dándose cuenta que Onviteveros tenía un pasadizo con Siqueira. Garay privó a Mikel del empate y Boyko solo tuvo noticias del Valencia en una aislada y esquizofrénica acción con cuatro remates tras otros tantos rechazos.
El Málaga perdió algo de continuidad en su juego con las sustituciones de Castro y Juanpi. Pero los cambios de Prandelli aportaron menos (Fede por Parejo y Mina por Munir). Los de Juande nunca perdieron la fe y a los blanquinegros se les veía que les temblaban las piernas.
Gayà apunto estuvo de cometer un absurdo penalti. Y cuando Prandelli se creía que tenía en su mano su primera victoria en Mestalla… llegó el manotazo de Fornals. Merecido para unos, justo para otros,