El Atlético, uno a uno: salvador Oblak y apagón de los demás
El portero frenó a Gerard y Baptistao en las dos más claras del choque. Gabi lo intentó desde la frontal. Griezmann se encontró con Diego López y el larguero.
Oblak: el Atlético se marchó con un punto y puede dar las gracias, pues el esloveno evitó una derrota que bien pudo llegar. Oblak salvó a su equipo primero en el primer tiempo con una parada de gran mérito, cubriendo el espacio en apenas un instante para cerrar a Gerard. Luego, en el segundo, hizo lo propio en otro mano a mano, éste con Baptistao.
Juanfran: no le benefició la tendencia atacante del equipo; Carrasco se mostró más por la izquierda junto a Filipe, lo que dejó a Juanfran uno contra dos cada vez que intentó hacer daño. En defensa, atento a Piatti.
Giménez: el más centrado de los dos defensas centrales, se permitió menos lujos en ataque y cerró bien las acometidas de Baptistao y Piatti cuando trataron de montar la contra. Va recuperando su mejor nivel, ahora que acumula partidos.
Godín: se permitió muchos lujos soltándose en ataque para añadir un hombre a la creación, pero eso provocó huecos atrás que el Espanyol supo explotar. La ocasión de Gerard Moreno en la primera parte vino tras uno de esos desajustes.
Filipe: poco fino en labores de ataque en el primer tiempo, no dio a Carrasco el apoyo necesario por la banda zurda. Baptistao le dio trabajo, pero le controló razonablemente bien. En la segunda parte se asomó más.
Gabi: intentó su disparo de media distancia para romper el atasco formado en el medio, sin suerte: en el segundo tiempo se encontró con un Diego López inspirado para despejar la más clara del Atleti hasta ese momento. Aportó seguridad en el pase, pero no la profundidad que requería el choque; tampoco le acompañaron los hombres de ataque.
Tiago: el más clarividente de los tres del medio, como eje del trivote medular se afanó para tocar siempre a la primera y dar soltura al juego. Dejó el campo en el 68’ para que entrase Gaitán en busca de una reacción en ataque.
Koke: en la banda su capacidad para generar balones peligrosos es mucho menor y eso lo nota el Atlético. Tampoco se asomó al área para probar su disparo. Su momento de forma, algo más bajo que hace varias semanas, tiene buena parte de la culpa del atasco de juego rojiblanco en las últimas fechas.
Carrasco: en un partido atascado, el belga debía ser la solución con su desborde y su capacidad para encontrar puerta. Ni lo uno ni lo otro, apenas se vio a Carrasco, sin chispa para desbordar e impreciso en los centros y tiros. Justo cuando despertaba, Simeone le cambió para dar entrada a Correa, lo que provocó pitos en la grada.
Gameiro: no compareció. No le benefició en absoluto la falta de ideas del Atlético ni el aparatoso sistema planteado por Quique Sánchez Flores. Ambas cosas le obligaron en muchos tramos a buscarse la vida en las bandas o la mediapunta, donde no es dañino para el rival. Dejó su sitio a Saúl en el 82'.
Griezmann: el apagón más preocupante, pues prácticamente no se vio al galo durante muchos minutos en un día en que el Atleti necesitaba como el comer un chispazo de genialidad. Muy poco tanto en las tareas de mediapunta como en lo que a creación de peligro se refiere: tuvo un rechazo tras un despeje de Diego López a tiro de Gabi, pero no encontró puerta, casi sin ángulo. Más tarde, golpeó al centro un balón franco de Gaitán y de nuevo se topó con Diego López en una volea que, tras el despeje, chocó con el larguero. No fue su día.
Gaitán: entró en el 68’ en lugar de Tiago. Se colocó por la izquierda como un extremo más, pero no tiene chispa ni ingenio en el regate, le beneficia más un puesto más centrado, como ya se vio ante el Guijuelo. Aún así, filtró un gran balón a Griezmann que el francés no aprovechó.
Correa: entró en el 70’ por Carrasco y se colocó por la derecha. En cierto modo revolucionó el juego de ataque del Atleti, pero se quedó en eso; sus intentonas no cuajaron en algo palpable, aunque a punto estuvo de provocar un penalti tras un recorte rápido.
Saúl: apenas ocho minutos más el descuento, en lugar de Gameiro. Poco tiempo, sólo pudo participar del arreón final.
