Giovanni y Moya aúpan al juvenil atlético hasta el liderato

El Atlético juvenil de Manolo Cano, que tan mal arrancó la Youth League, ha encarrilado su camino de modo encomiable y ya lidera el Grupo D con 10 puntos, los mismos que el PSV, su última víctima. El equipo rojiblanco confirmó su crecimiento con un triunfo de trabajo y acierto sostenido por dos nombres propios: Giovanni y Toni Moya. El primero abrió el marcador y el segundo lo cerró para aupar al juvenil a lo más alto. Queda el aún más difícil: visitar al Bayern en la sexta y última jornada. Ahí se jugará el pase un Atleti que cotiza al alza.

Con la superioridad física por delante (la diferencia de altura entre el atlético Yael y el nueve del PSV, Scamacca, es digna de estudio), el conjunto oranje apretó en los primeros instantes y cerró las vías del mediocampo rojiblanco. Pero el paso de los minutos y los constantes ofrecimientos de Ferni y Juan Moreno en los extremos voltearon la tendencia, con Carro al mando como pivote y Yael moviéndose entre líneas. No llegaba el reloj a la media hora de choque cuando un disparo del Atleti mal rechazado por Van de Meulenhof acabó en Giovanni. El ariete, que ya castigó al Rostov en la anterior jornada, hizo lo mismo con un tanto de olfato.

El sosiego con el que vivía el partido el Atlético tornó el aprieto en el segundo tiempo, en cuyos instantes iniciales Piroe tuvo el empate por dos veces: primero con un cabezazo bien resuelto por Marín (el meta, excelente todo el partido, fue un seguro por arriba, la zona más arriesgada del choque) y después con un remate en el segundo palo donde ni él sabe qué quiso hacer, con la portería a su disposición. Cano movió ficha e introdujo a Toni Moya, un mediocentro de gran llegada, en lugar de Giovanni. Parecía un cambio reservón, pero las dos primeras intervenciones le dieron la razón al técnico: con soltura en la mediapunta, Moya amenazó a la línea del PSV por su espalda.

Más tarde, Ródenas le sirvió un balón franco para el 2-0, pero Moya no acertó al balón, que salió mordido a un lado de la meta; se podría desquitar más tarde, después de que Manny (incombustible en ataque, centrado en defensa el lateral zurdo) y Ferni malograsen dos contras con todo a favor. En el descuento, el portero del PSV regaló el balón en un despiste y Moya, con la portería para él, no falló desde un costado. Punto final a los agobios y a un partido que realza las opciones del juvenil colchonero de estar en la siguiente ronda. Todo dependerá de Múnich.