NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BRASIL 3 - ARGENTINA 0

Así jugó Messi: Náufrago perdido en un océano de mediocridad

El ’10’ del Barcelona poco pudo hacer y se fue deshinchando a medida que su equipo se convertía en un guiñapo a manos de Brasil.

Actualizado a
Así jugó Messi: Náufrago perdido en un océano de mediocridad

Leo Messi volvió a vivir la frustración que supone jugar en un equipo en la que es un islote perdido en el que no tiene un solo socio con el que asociarse en una pared. Messi fue un náufrago en un mar de mediocridad. Huérfano de socios, vendido en punta a merced de una línea de centro del campo formada por Enzo Pérez, Mascherano y Lucas Biglia incapaces de dar un pase en condiciones, Leo se vio obligado a jugar a 45 metros del área rival si quería tocar una pelota de vez en cuando.

Para que nos entendamos, haciendo una comparación con el Messi del Barça: A veces, en el equipo blaugrana, Leo se ve obligado a hacer de ‘Xavi’ para armar el juego, pero es que en la Argentina de Bauza, en muchas ocasiones tiene que jugar de Busquets. O recibe entre los centrales, o el balón no pasa de medio campo.

Su partido fue de más a menos. En la primera parte, cada vez que condujo la pelota le arrancó una falta a Brasil. Cuatro conducciones, cuatro faltas. Incluso si el árbitro chileno hubiera sido muy riguroso, Fernandinho pudo haber sido expulsado a los 16 minutos cuando le clavó por segunda vez el codo en la cara al rosarino que se le escapaba en carrera. El centrocampista del City ya había visto la amarilla a los cinco minutos de juego por idéntico motivo.

Tras una primera parte peleándose solo contra el mundo, Bauza trató de buscarle un socio en la segunda mitad dando entrada en el campo al Kun Aguero por Enzo Pérez. El remedio fue peor que la enfermedad. Sin centro del campo, la figura de Messi creció como peñasco en medio del mar mientras en el bando contrario, Neymar convertía cada una de sus jugadas en una exhibición.

Las únicas opciones que tuvo Messi de crear algo de peligro ante la portería brasileña fueron a pelota parada. Tres faltas tuvo Messi en la cercanía del área rival para amenazar a Alisson, el portero brasileño, y las tres fueron un desastre. Dos a la barrera y una flojita y fuera al lado del portero, que incluso se permitió el lujo de lanzarse para salir en la foto.

Puede que se señale desde Argentina a Messi como problema, pero hasta que no le vean como solución y no se den cuenta de que ni Messi puede arreglar el tremendo desaguisado que es el mejunje de Bauza, Argentina ni levantará cabeza ni podrá asegurarse la presencia e el Mundial.

Messi, es mucho y a menudo hace milagros, pero el de hacer que esta Argentina juegue a algo decente parece incluso demasiada tarea para el mejor del mundo, que ahora mismo es un islote perdido en una mediocridad futbolística sin precedentes en Argentina.

El milagro es que hayan jugado dos finales de Copa América y una de Mundial con este equipo. Y eso, se lo deben a Messi, pero hasta los milagros se agotan.

ClasificaciónPTSPGPEPP
Clasificación completa
Próximos partidos
Calendario