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366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 15 DE OCTUBRE

Un partido patriótico ante el Peñón para despedir a Gento (1969)

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Un partido patriótico ante el Peñón para despedir a Gento (1969)

El 8 de junio de aquel año, Franco decidió el cierre de las comunicaciones con Gibraltar como respuesta a la aprobación de una nueva Constitución de la colonia inglesa y de la visita a la misma de la reina de Inglaterra y su esposo. Gibraltar era entonces una aguda reivindicación española y aquellos gestos para ratificar su britanidad irritaron al régimen. El cierre tenía consecuencias directas malas para el Campo de Gibraltar, como se llama a la zona de España pegada a la Roca, particularmente para La Línea de la Concepción, su principal ciudad. Muchos linenses trabajaban diariamente en Gibraltar. En realidad, la colonia había dado lugar al crecimiento de la ciudad, o casi era su razón de ser. También existían muchas familias mixtas, al cabo de los años. Unos cinco mil españoles se encontraron de un día para otro sin trabajo, y muchos abuelos linenses separados de sus nietos gibraltareños, o «llanitos», como se les dice en la zona. El régimen trató de compensar el cierre con la creación apresurada de un gran foco industrial en la zona, que resultó a medias. Y con un gesto moral: la celebración de un partido de la selección española.

Se trataba del último de la fase de clasificación para el Mundial de México, fase en la que ya estábamos eliminados después de caer en Bélgica. España había empezado el grupo con Eduardo Toba, un mal seleccionador; una vez eliminada, probó con un trío formado por los entrenadores de los tres grandes equipos del momento, Madrid, Barça y Las Palmas, que eran respectivamente Miguel Muñoz, Salvador Artigas y Luis Molowny, cosechando un fracaso en Finlandia (como ya se ha dicho el 25 de junio). Y lo terminaba con Kubala, cuyo primer partido fue este. Su aparición era prometedora y le dio mayor interés a este partido, jugado en un estadio ampliado a toda prisa, en medio de un clima emocional alto y con las cámaras de televisión mostrando el Peñón al fondo. Por supuesto, también con pancartas reivindicando la españolidad de Gibraltar.

Fue, también, el último partido de Gento en la selección. Kubala le citó en ese su primer partido como un factor de interés más. Gento había debutado en la selección contra Inglaterra en 1955, en sucesión de Gaínza, pero hacía año y medio que ya no iba, empujado por Rexach y Chechu Rojo. En realidad había dejado de ser indiscutible desde 1964, cuando Lapetra, un extremo que se retrasaba, le discutió un puesto que antes solo le quitaba rara vez Collar. Gento, único jugador que ha ganado seis veces la Copa de Europa y doce la liga, fue un gancho más de aquel partido «patriótico», en el que Kubala compuso así su primera alineación: Reina; Gaztelu, Barrachina, Eladio; Pirri, Violeta; Amancio, Velázquez, Gárate, Asensi y Gento. Luego entraron Pujol por Gárate y Quino por Gento. Fue un festival. España ganó por seis a cero (Pirri, Gárate dos, Velázquez, Amancio y Quino) y el público lo pasó en grande dando vivas a España. La televisión única de entonces concentró a todo el país, unido detrás del fútbol y en reclamación del Peñón. Kubala empezaba bien. Gento se iba de forma grata, después de 43 partidos (se quedó a tres del récord de Zamora, que duró tantísimos años). La Línea tuvo su día de fiesta. Pero luego todo pasó: la industrialización no resultó como se esperaba, la zona se deprimió (incluso se descolgó del tren turístico que cogió el entorno) y el período de Kubala, aunque muy agitado, no trajo mayores glorias.