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ATLÉTICO DE MADRID

Atlético de Madrid: el liderato se fraguó en la conjura de Vigo

Los jugadores se reunieron en el hotel a solas para cambiar la dinámica. Simeone confió en la unión del grupo y en hombres como Gabi y Godín.

MadridActualizado a
Atlético de Madrid: el liderato se fraguó en la conjura de Vigo

Villarreal-Celta de Vigo en directo

Algo cambió en Vigo en el Atlético. El equipo llegaba a Balaídos con las dudas que dejaron dos empates seguidos ante Alavés y Leganés aderezados, además, por las palabras de un Griezmann, que sorprendió a todos con su salida de tono. Pero la plantilla colchonera dio una nueva muestra de su solidez y de su madurez. Los futbolistas, después de un parón de selecciones difícil, se reunieron en el hotel de concentración en Vigo, el NH Collection, y se conjuraron para reconducir la nave. Ya en el autobús de vuelta de Leganés, el equipo había aceptado las disculpas de Griezmann. Saúl, a su modo, le había contestado y la obsesión era que nada fuera a mayores. Simeone se posicionó, transmitió tranquilidad durante los días posteriores (“Cuando peor van las cosas, más tranquilo me muestro”, explicó en la presentación de su libro) y aprovechó el parón para analizar la situación con Gabi, uno de sus hombres de confianza, con quien tuvo unos minutos de charla en la ciudad deportiva. También tuvo un cara a cara con Saúl.

El técnico ha manejado las aguas revueltas con mano izquierda y ha sabido confiar en sus hombres. Ha tenido la ayuda inestimable de los líderes del vestuario, con Gabi y Godín a la cabeza. En Vigo los jugadores querían aclarar a solas el camino a seguir y, a tenor de lo que se vio en el campo, la puesta en común no pudo ser más productiva. Desde aquel día cuatro victorias y un empate, el del Camp Nou, para colocar al Atlético líder y con pie y medio en la siguiente fase de la Champions. “La química de este grupo es especial, nunca esperas en un equipo que la gente sea amiga de todos, pero el ambiente de esta plantilla se deja notar dentro y fuera del campo”, comentan desde el vestuario. Y es así. Veteranos colchoneros que a menudo coinciden en la ciudad deportiva con los jugadores actuales, cuentan lo mucho que le recuerda esta química con la de hace años, cuando los equipos eran poco más que una familia.

Así, se pudo ver al equipo celebrando en una cena de forma distendida el gran partido que se hizo en el Camp Nou, donde asistieron jugadores como Caio, que tras el verano pasó a formar parte del filial. Existe la obsesión de hacer grupo, por eso la noticia de la lesión de Augusto fue un jarro de agua fría para los jugadores, a pesar del gran momento, y también se les pudo ver acompañando al argentino en las horas previas a su operación. Desde hace ya un tiempo la responsabilidad de la plantilla es otra de las cosas que marca la diferencia y que enorgullece a la afición rojiblanca.