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BARCELONA

Ter Stegen regresa a casa: del barrio de Rheydt al Camp Nou

AS visita los orígenes del portero, protagonista del partido de mañana en el Borussia Park. Su abuelo fue el que lo inscribió en el SV Dohr.

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Ter Stegen regresa a casa: del
barrio de Rheydt al Camp Nou

Borussia Mönchengladbach - Barcelona

Todo comenzó el día que el abuelo Erich Bremer decidió que lo mejor para su nieto sería practicar deporte. Así, sin avisar a nadie, este policía local de Moenchengladbach fue el primero que apostó por Marc André ter Stegen. Hincha del equipo local, inscribió a su nieto en la escuela del SV Dohr, entidad adscrita al Borussia, donde pasó las pruebas y comenzó una carrera que desde hace tres temporadas disfruta en Barcelona.

De todo aquello han pasado ya 20 años (el internacional tiene ahora 24). Bremer pretendía que su nieto creciese sano y fuerte. Por eso, se encargaba de que el resto de los compañeros de Ter Stegen comiesen fruta y verdura antes y después de las sesiones. Todo eso pasaba en los campos de entrenamiento de Am Haus Lütz, unos terrenos algo alejados del centro de la ciudad.

Criado por Renate, su madre, Ter Stegen es el pequeño de casa. Tiene un hermano, Jean Marcel, seis años mayor que él y que siempre comprendió sus habilidades. El portero cursó estudios en un inmenso colegio de la zona, la Gesamtschule Rheydt-Mülfort hasta 12º, dándole acceso a poder estudiar en la Universidad técnica (su novia, Daniela Jehle, sigue en Barcelona su carrera de arquitectura). La familia creció en el barrio de Rheydt. Allí tenían de todo y allí sigue residiendo la madre del jugador, que regenta un negocio de manicura y belleza con clientas fijas. “Son muy buena gente, humildes y que apenas cambiaron sus vidas”, explica Tony Kampoff, un vecino.

“Comenzó como delantero y se le daba muy bien”, recuerda también Hartmut Schürings, su primer entrenador cuando era un crío. “Antes de las sesiones salía a jugar con el balón y después de las prácticas tiraba siempre a portería con las dos piernas”, resume. “¡Siempre dije que se habría dado bien actuar como mediocampista. Tenía toque y mucha visión de juego”, añade el veterano Schürings, que repasa cada una de las sesiones de práctica que tuvo con él. “Ahora es el portero del Barcelona, el mejor equipo del mundo”, sentencia convencido.

Referencias. Marcel Ketelaer se quedó en el camino. Era un medio que apuntaba grandes maneras, pero no acabó de explotar. Pese a todo, ese centrocampista fue uno de los primeros ídolos de Ter Stegen, que siempre idolatró a Oliver Khan (un día acompañó al portero del Bayern en la salida de éste al terreno de juego) y el respeto por Manuel Neuer es absoluto.

“Es muy supersticioso”, dicen de Ter Stegen. “Si alguien se pone sus guantes ya no los utiliza más. Los cambia de manera inmediata”, aseguran. No es la única manía que tiene. Siendo el segundo portero en la historia más joven en debutar en la portería de Gladbach, le pidió a su madre y familiares que no fuesen al Borussia Park; entendía que ese reto (el Borussia estaba hundido y necesitaba un milagro para salvarse) tenía que afrontarlo solo. En el derbi ante el Colonia (ganaron 5-1), ni la madre, ni el hermano ni nadie la familia estuvo en las gradas.

Pasión. Aunque es frío y aparentemente poco pasional, Ter Stegen siente muy dentro suyo al Borussia. “Es y será su casa, aquí lo amamos. Es el orgullo del Borussia”, afirman un grupo de hinchas a las puertas de las oficinas. Cuando el club cambió de estadio y en los terrenos del antiguo estadio levantaron apartamentos, el portero invirtió y se hizo con uno de ellos. Pero él no olvida Rheydt. Allí estuvo el origen de todo. Con el abuelo Erich, claro.