El Espanyol ya ha perdido tres puntos en la zona Cesarini

Se trate o no de un problema mental, el dato es irrefutable: cinco de los 14 goles recibidos por el Espanyol en las seis primeras jornadas de Liga han llegado una vez superado el tiempo reglamentario de juego. Todas las dianas en contra penalizan, pero lógicamente las encajadas en esos tramos mucho más, pues apenas le queda al conjunto perico tiempo de reacción.

Tres puntos se han derrochado directamente cuando los partidos tocaban a su fin. Y todos ellos, para colmo, en Cornellà-El Prat. Los dos primeros puntos volaron en la segunda jornada de Liga, cuando casi celebraban ya los de Quique Sánchez Flores su primera victoria en el campeonato de Liga. Tras reducir distancias el Málaga con un tanto de Diego Llorente en el 66’, fue Charles Dias quien en el 90’ estableció el definitivo 2-2 en un zarpazo mordido ante el que nada pudo hacer Roberto Jiménez. El otro punto con el que prácticamente contaban los pericos fue el del domingo, contra el Celta: tras mantener el 0-0 durante todo el partido —y desechar ocasiones claras, como la de Leo Baptistao ante Sergio Álvarez en el primer tiempo—, Giuseppe Rossi se plantó en la frontal y envió una vaselina inapelable ante Diego López, el 0-1, en el minuto 91. Lo peor es que hubo más, la dolorosa puntilla de Pione Sisto en el 93’, tras correr por todo el campo y lanzar un remate seco desde fuera del área. 0-2.

Aunque la incidencia no ha sido directa en el marcador final como ante Málaga y Celta, otras dos veces ha recibido el Espanyol goles superado el tiempo reglamentario, aunque en el primer tiempo. Ya sucedió en la primera jornada de Liga: acababan los blanquiazules de establecer el 2-3 ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán cuando, en el minuto 45, Luciano Vietto empataba un partido frenético. Un tanto que dio alas a los hispalenses hasta imponerse por 6-4 en la segunda mitad.

Igual o más psicológico aún fue el 0-1 del Real Madrid en Cornellà-El Prat, hace nueve días. Se descontaban los segundos para que finalizase un primer acto en el que el Espanyol le había plantado cara a los blancos, con ocasiones incluso para avanzarse en el marcador, cuando James Rodríguez agarraba el esférico en línea de tres cuartos, avanzaba y se lo colaba a Diego López ajustándolo a su palo izquierdo.

A todo esto, cabe añadir que, transcurridas seis jornadas, el Espanyol todavía no ha logrado dejar su meta a cero. 

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