Camacho y Samu, de penalti, asaltan Zorrilla en 10 minutos
El Huesca remontó en la segunda parte en Zorrilla y consigue su primera victoria a domicilio ante un Valladolid que empieza a ver fantasmas otra vez.
El Huesca se llevó los tres puntos en Zorrilla aprovechando sus dos únicas ocasiones ante un Real Valladolid que dominó, que tuvo ocasiones para sentenciar y volvió a perder sumando su cuarta derrota consecutiva.
El partido comenzó con un guión conocido, con el conjunto oscense con dos claras líneas de cuatro esperando, muy juntas, a un Valladolid que trataba de entrar por la banda derecha y por el centro. Raúl de Tomás, Jose y Villar, los tres de ataque, destacaron en los pucelanos. El madrileño remató dos veces, como el onubense que tuvo dos ocasiones muy claras. Jose se internó por la derecha y se la puso en el punto de penalti, pero Villar la mandó por encima del marcador. También el 7 del Valladolid estrelló el balón en el larguero. Volvían los fantasmas de la mala suerte en ataque. Atacaban los locales, pero no conseguían sacarle rédito, mientras que los oscenses sólo se acercaron en el último minuto de la primera parte con un taconazo de Lázaro a pase de Akapo que se fue fuera por poco.
En la segunda parte, el Valladolid salió con la intención de apretar al rival. Moyano disparó fuera cuando estaba en posición clara de remate, antes de que De Tomás resolviera un lío en el área para marcar. Parecía que los locales se quitaban un peso de encima, Villar tuvo una clara ocasión aprovechando la espalda de la defensa aragonesa. Sin embargo, el gol que cambió el partido fue el de Camacho. El futbolista del Huesca, que debió ver la segunda amarilla en la jugada anterior, remató completamente solo, de cabeza, un centro de Ferreiro en el minuto 65. Quería el Valladolid, esperaba el Huesca. Jose tuvo otras dos ocasiones claras, pero Herrera paró bien, entonces el equipo oscense se estiró y encontró un aliado en Guitián que hizo un penalti escándaloso, agarrando a Lázaro. Samu Saiz marcó el 1-2. El Valladolid ya no tuvo fuerza para crear ocasiones claras. Le faltó continuidad un poco por su propia limitación física y otro poco por las continuas pérdidas de tiempo de los visitantes, en especial el portero Herrera que estuvo a punto de generar la ocasión más clara en este tramo final. Salió mal fuera del área y dejó el balón en los pies de Villar, el onubense disparó, pero el meta fue capaz de volver sobre sus pasos para certificar la victoria oscense.
