NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 10 DE SEPTIEMBRE

Jock Stein muere en acto de servicio (1985)

Actualizado a
Jock Stein muere en acto de servicio (1985)

Jock Stein fue un gran personaje. Forma parte de la brillante tradición de técnicos escoceses (Busby, Shankly y Ferguson también lo han sido o lo son), en su caso en el Leeds. Antes de eso había sido jugador y luego entrenador del Celtic de Glasgow, en el que forjó un gran equipo. Él fue el mánager con el que el Celtic ganó la Copa de Europa de 1967, en final disputada en Lisboa ante el Inter. Era la primera vez que ganaba la Copa de Europa un equipo británico. La primera que lo ganaba un equipo no latino. Hasta entonces solo lo habían hecho el Madrid, el Benfica, el Inter y el Milán. Aquel era el Celtic del pequeñísimo Johnstone (1,58, todo habilidad) y del gigante Gemmel, un lateral izquierdo con un disparo terrorífico. Aquel equipo impuso moda en Europa, el llamado «fútbol fuerza», que trataron de imitar durante un tiempo todos los equipos del mundo como fórmula alternativa al cerrojo propuesto por el Inter de Helenio Herrera.

Desde 1979 fue seleccionador escocés. En 1985, con sesenta y dos años, estaba en el empeño de meter a Escocia en el Mundial de México. Cayó en un grupo de cuatro, con España, Gales e Islandia. Una derrota en casa con Gales le complicó la clasificación, de manera que en el último partido del grupo, en el Ninian Park de Cardiff, necesitaba al menos un empate. España era campeona de grupo. El segundo tendría acceso a una repesca con el campeón de Oceanía, Australia, y ese era el objetivo de galeses y escoceses esa noche. El partido empezó mal para los intereses de Escocia, porque Hughes marcó para los galeses. Las cosas no iban y Stein tomó una decisión que pareció sorprendente: sustituyó a Gordon Strachan, brillante figura del Manchester United, por Davie Cooper, jugador del Glasgow Rangers, de mucho menos rango. Pero fue precisamente Cooper quien, a nueve minutos del final, provocó un penalti del que llegó el salvador gol del empate.

Jock Stein saltó a celebrarlo a la pista de atletismo, cuando repentinamente pareció sentirse mal. El propio entrenador de Gales, Mike England, fue el primero en advertirlo y gritárselo a los servicios de asistencia, que le retiran ante las cámaras de televisión. Fue asistido en las dependencias del campo mientras el partido concluía. Cuando los escoceses se abrazaban en el campo, en la idea de que lo de su mánager no pasara de ser un colpaso pasajero, el viejo y buen Jock Stein moría a pocos metros de ellos, de un infarto, junto a Alex Ferguson, su ayudante. Los jugadores no se lo pueden creer. La alegría por la clasificación para la repesca quedó cortada en seco. Toda Escocia, en realidad todo el mundo del fútbol, llora al «Big Man», como le llamaban, un hombre que se había distinguido por su caballerosidad.

Alex Ferguson será quien complete su tarea. Escocia elimina a Australia, 2-0 y 0-0 e irá al Mundial de México, donde su papel no será bueno. Perderá con Dinamarca y la RFA, y empatará con Uruguay. Pero al menos había estado, como quería Jock Stein.