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LA ENTREVISTA (CAPÍTULO II)

Ancelotti: “No sólo a mí me costó ganarle a Simeone”

Con el Madrid vivió una situación paradójica, le costó siempre ganar al Atlético pero levantó la Décima ante el equipo de Simeone. El técnico italiano se relaja cuando hablamos de fútbol, de táctica, de hacia dónde se dirige este deporte.

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Ancelotti: “No sólo a mí me costó ganarle a Simeone”
JESUS ALVAREZ ORIHUELA

—Gil Marín hizo el gesto de pegarse un tiro cuando le tocó el Bayern... ¿El mismo que usted cuando le tocó Simeone?
—(Risas). No, no… Aunque el Bayern tampoco tiene buen recuerdo del año pasado…

—¿Por qué se le daba tan mal a usted Simeone?
—Ganar a Simeone le ha costado trabajo a todo el mundo, no sólo a mí. Tiene un equipo bueno, bien organizado, compacto, y seguirá igual este año…

—Ha empezado regular…
—La temporada es larga.

—¿Qué valor le da a Simeone?
—Es un entrenador muy grande, porque el éxito de un técnico es sacar lo mejor de sus jugadores, y él ha sacado más de lo que podía sacar.

—Xavi Hernández dijo hace poco que un grande no puede jugar como lo hace el Atlético.
—Cada uno tiene su manera de ver el fútbol. Xavi jugó en el mejor Barcelona de la historia, pero el fútbol es todo, atacar y defender.

—¿No cree que el Atlético tiene ya plantilla para jugar de otra manera?
—Para mí, el Atlético ya está cambiando poco a poco su manera de jugar.

—¿Los sistemas están pudiendo con los futbolistas de calidad? ¿No fue un ejemplo de eso la pasada Eurocopa?
—La Eurocopa siempre tiene alguna sorpresa que otra. Un año ganó Dinamarca, otro Grecia, otro Portugal… Al final de la temporada los jugadores de los mejores equipos, que son los que más partidos juegan, llegan demasiado cansados.

—Dígame, ¿qué tipo de club es el Bayern?
—No hay diferencias con los otros grandes…

—Este tiene director deportivo, ¿no?
—El Bayern... no.

—¿Y quién manda?
—El presidente Rummenigge. Y creo que vuelve Hoeness en noviembre.

—¿Vuelve ya?
—Creo que sí… En cuanto a la organización, siempre estuve en clubes bien estructurados. Sólo noté diferencia en París. Cuando fui allí justo empezaba a ser un gran club y hubo que cambiar la mentalidad. Pero Bayern, Chelsea, Milán o Madrid tienen mucha experiencia...

—¿Cómo es su relación con Rummenigge?
—No hablamos todos los días, pero hablamos, claro. Nos conocíamos, estando yo en el Milán y él en el Inter jugamos varias veces.

—Hummels y Renato. ¿Le han preguntado qué necesitaba?
—Sí, sí… Hablé con el club y vimos que eran dos buenos refuerzos. El mercado actual no es fácil, te piden mucho dinero.

—¿Renato fue una petición suya?
—El equipo necesitaba un mediocentro y ellos lo seguían. Di el visto bueno. Tiene un gran potencial. Es joven y tiene personalidad y calidad. Resultará en un ambiente como Múnich, donde no ponen mucha presión.

—¿Qué características tiene su plantilla actual?
—Llevan trabajando juntos mucho tiempo. La columna vertebral, Neuer, Lahm, Müller, Ribèry o Robben, se conocen mucho. Tengo una plantilla sólida y compacta, mi Bayern está muy comprometido, con el club y con la camiseta.

—¿Qué herencia ha recibido de Guardiola?
—Este equipo tiene dos grandes cualidades, el control del balón y la posesión, y la transición cuando se pierde el balón. Son cosas que han aprendido con él…

—¿La transición cuando se pierde el balón?
—Este equipo hace una transición defensiva muy rápida. Me gustaría que no se olvidaran…

—¿Qué matiz le quiere dar usted a su Bayern?
—Jugar un poco más vertical. Atacar más la línea defensiva adversaria porque tenemos jugadores que nos permiten hacerlo. Tenemos mucha habilidad en las bandas, y por el centro Lewandowski es muy bueno atacando el espacio, como Müller. Queremos jugar un poco más vertical.

—¿Por qué se ha puesto tan de moda el 4-3-3?
—Lo juega mucha gente, pero yo lo utilizo por las características de mis jugadores. Ahora tengo buenos jugadores de banda y un delantero fuerte, y adapto el sistema a ellos. En el Madrid era igual: tiene a Bale, Cristiano y Benzema y el sistema tiene que ser este.

—¿Está todo inventado en el fútbol?
—Es complicado innovar. Ahora puedes innovar no tanto en el sistema como en lo que hay alrededor. El problema actual está en las lesiones y en la acumulación de partidos en los grandes clubes. Ahí es donde se puede incidir más, evitando esto con entrenamientos específicos, innovando en la recuperación...

—¿No fue esa la excusa del Madrid para echarle?
—Mire, acumulación de partidos tenemos, y eso va a ir a peor. Tendemos a jugar cada dos días, como en la NBA. Eso pasará en 10 años. Y la innovación está en la manera de entrenar y recuperar las lesiones.

—¿Es Ancelotti un entrenador cada vez menos italiano?
—Yo soy italiano el 100%. Tengo la misma idea del fútbol que cuando empecé. Sólo un matiz: en mis inicios era menos elástico. Tenía sólo una idea, el 4-4-2 de Sacchi. Ahora me adapto más a los jugadores.

—¿Qué entrenadores le marcaron más?
—Primero Liedholm. Lo tuve siete años en el Roma. Entrenaba mucho la técnica, con balón, y luego era muy, muy tranquilo. Nunca le vi enfadado. Después Sacchi a nivel de táctica.

—¿Cuál fue para usted la última revolución en el fútbol?
—La última fue la posesión de Guardiola en el Barça, y la capacidad de jugar sin delantero centro de España, que ganó y marcó una época. Luego Alemania le siguió, haciendo lo mismo, intercambiando mucho la posición de sus jugadores en el campo durante el partido.

—¿Esta fue la última?
—Antes fue la de Sacchi con el pressing y la ocupación de los espacios. Antes la del Ajax… Yo creo que en el futuro vamos a volver un poco hacia atrás.

—¿Por qué?
—Ahora todo el mundo tiene el gusto por la posesión, pero poco a poco esta burbuja se va a desinflar, habrá menos posesión y más fútbol vertical.

—¿Hay mucha diferencia en el fútbol que se juega en las diferentes ligas europeas?
—No mucha… antes podías identificar claramente el fútbol inglés, el italiano, el español… Ahora los entrenadores viajan mucho y todo se mezcla. Hay aún algo reconocible, claro, el gusto por jugar en España, el factor táctico de Italia, el ritmo de Inglaterra, el fútbol físico de Francia… Pero las diferencias son menores.

—¿La liga italiana ha bajado por su pérdida de identidad?
—Italia tuvo un gran nivel cuando los grandes presidentes, Berlusconi, Moratti, Agnelli, Cragnotti, tenían mucho dinero e invertían. Ahora no se invierte tanto y el problema es que los clubes no tienen los estadios en propiedad. La facturación es menor y no pueden competir con los grandes clubes europeos. Ese es el problema. Mire la Juve, es el único club que tiene el estadio en propiedad y sí se mantiene en la élite. Esa es la gran diferencia.