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366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 8 DE SEPTIEMBRE

Bernabéu intenta cambiar el estadio por una torre (1973)

Actualizado a
El proyecto del Santiago Bernabéu presentado en 1973.

De repente, el Madrid lanzó un comunicado que levantó una polvareda tremenda. Tras hacer una larga introducción sobre su historia, su papel en la vida social, sus necesidades y perspectivas de futuro, anuncia que tiene en estudio un proyecto de construcción de un nuevo estadio en el barrio de Fuencarral, al norte de Madrid, junto a la salida de la Nacional I (Burgos-Irún-Francia), que sería financiado con la venta del solar del Bernabéu para la construcción, en él, de la torre más alta de Europa. El proyecto ha sido elaborado por un conocido estudio internacional, radicado en Suiza y dirigido por William Zeckendorf, del que en la nota se aclara que es descendiente de sevillanos. La firma suiza es responsable, entre otros proyectos urbanísticos, del edificio de la ONU y de la Place Ville Marie, en Montreal. El estadio que se ofrece tiene capacidad para 120 000 espectadores, todos de asiento, todos cubiertos.

Enseguida empieza la polémica. Bernabéu visita a Franco en acto público y le muestra la maqueta del nuevo estadio. La esposa de Franco se vuelca en elogios. (Alfonso de Borbón, casado con una nieta de los Franco, pertenece al consejo de la empresa suiza.) Franco se muestra más frío.

Al poco empieza una especie de debate nacional en el que se distingue, por su ferocidad en los argumentos en contra, el Abc, donde la pluma más dura en contra es la de Luis Pascual Estevill, juez que posteriormente fue ascendiendo peldaños en la carrera hasta llegar al Consejo General del Poder Judicial, para luego caer bruscamente. No hace mucho fue condenado por diversos cargos de prevaricación, delitos fiscales, enriquecimiento ilegal, cohecho y soborno.

El Madrid insiste en sus argumentos, recuerda que el Bernabéu, que en su día se construyó en las afueras, está ya rodeado de ciudad por todas partes y que eso da lugar a grandes atascos e incomodidades para los vecinos y para toda la ciudad los días de partido. Insiste en que la gigantesca torre solo ocuparía el 12 por ciento del espacio que ocupa el estadio, y que el restante 88 por ciento sería parque abierto a la ciudad. Glosa el carácter que le darían a la ciudad y al club el nuevo estadio, todo un avance para la época. Pero no hay caso. Carlos Arias Navarro, alcalde de la ciudad, no autoriza la recalificación de los terrenos del estadio, imprescindible para que se hiciera la operación, y esta se esfuma. Lo que sí había obtenido el Barça (recalificación de Les Corts para construir el Camp Nou) no lo pudo conseguir Bernabéu, que se iría a la tumba con ese berrinche. Arias Navarro argumentó, junto a los rivales del proyecto, que el tráfico diario de la ciudad no podría absorber la actividad que una torre de ese tamaño produciría.

Hoy hay varias torres en el espacio Azca, pegadas al Bernabéu. La primera de ellas fue la Torre Europa. El Madrid siempre sospechó que fueron los promotores de esta torre, la primera de las que se construyeron en la zona, los que movieron con acierto sus bazas para que no se les adelantara Bernabéu con la suya. El caso es que el Madrid se quedó con su deuda y con su estadio, que desde entonces ha sido remozado varias veces.