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VILLARREAL

Marcelino: “Fallé al hablar, pero que no se dude de mi honradez. Mi mujer me metió en un jaleo”

Marcelino responde en AS por el presunto amaño del Sporting-Villarreal. “Ni estoy loco ni soy un asesino. Di descanso y roté como otras veces”.

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Marcelino: “Fallé al hablar, pero que no se dude de mi honradez. Mi mujer me metió en un jaleo”

Villarreal vs Real Sociedad en directo

Marcelino García Toral cogió ayer el coche desde Gijón hasta Madrid obsesionado con dar su versión de los hechos a todo el que quisiera escucharle tras la polvareda que se ha levantado con el Sporting-Villarreal del pasado 15 de mayo. Dio una rueda de prensa, 17 entrevistas personalizadas y visitó AS. “Se pasa mal”, repetía. Aquella semana, el entonces técnico del Submarino dijo públicamente que no quería que el Sporting bajase, permitió a su equipo (ya cuarto) descansar durante tres días antes de jugar y su mujer, tras el 2-0 que descendía a Rayo y a Getafe, colgó un mensaje que incendió las redes: “Nos vamos con el trabajo hecho”. Desde entonces, Roig le cuestionó y LaLiga empezó a investigar.

La pretemporada parecía haber enfriado los ánimos. Sin embargo, la destitución de Marcelino el 10 de agosto y, sobre todo, las declaraciones de Roig desvelando que tomó esa decisión por el papel del entrenador en aquel polémico final con olor a amaño (“No se juega con la honradez del Villarreal”), desató la tormenta. Una lluvia torrencial de declaraciones que han dejado en mal lugar al técnico y que alimentaron Martín Presa (“Esto es como lo del piloto loco que se coló en Lufthansa y tiró un avión”) y Tebas (“En la NBA no se puede hacer lo de Marcelino… Yo soy del Madrid y mi mujer no pone un tuit diciendo que el trabajo ya está hecho”).

Por la mañana, Marcelino leyó un comunicado y respondió a 40 periodistas presentes en un hotel de la capital: “Ni estoy loco ni soy un asesino. Tengo la conciencia limpia. Soy profesional y honesto”. Ahí desveló que el domingo habló con Roig: “Me reconoció que nunca, nunca dudó de mi honradez”. Algo que después el presidente del Villarreal ratificó. Ya por la tarde, para realizar un análisis más reposado, Marcelino visitó AS: “Fallé al hablar del Sporting, pero de ahí a faltar a mi profesionalidad y honradez no cabe comparación. Además, en ese corte de la rueda de prensa se omitió una segunda parte en la que digo que iríamos a ganar. Pero me equivoqué y ya pedí perdón. Es una enseñanza. Si fuera ahora intentaría hacer las cosas de otra manera. Si hubiera estado en la piel del técnico del Rayo o del Getafe no me hubiera enfadado porque sabemos que somos profesionales. Jémez ya dijo esto mismo en una radio en la que coincidimos”.

Explicaciones. Marcelino fue desgranando paso a paso en AS lo que sucedió, según él, antes, durante y después de aquel partido en El Molinón: “Antes de jugar hablé más con el corazón que con la cabeza. Pero en cuanto a lo relacionado con el descanso del equipo, la alineación y los cambios no se dice la verdad. Di dos días libres y cinco jugadores, los capitanes, me pidieron otro. Veníamos de caer eliminados en semifinales de la Europa League en Liverpool y ya éramos cuartos con una gran exigencia. ¡Cómo no se lo iba a dar! Aun así, entrenamos tres veces y no dos como se ha dicho. Y eso ya lo hicimos el año pasado, cuando ya teníamos la clasificación europea, y nadie dijo nada. Con la alineación pasa lo mismo. Este equipo rotaba mucho siempre. El Villarreal hizo diez cambios en Mestalla pese a que se jugaba la cuarta plaza. ¡Diez! Y ganamos... También se dice que quité a Baptistao en Gijón, que había tirado al palo. Primero, eso demuestra que fuimos a por el partido. Y, además, él me pidió el cambio por molestias en el cuádriceps derecho. Y no salió un defensa por él. Entró al campo Bakambu, máximo goleador del equipo. Fuimos a competir”.

El mensaje posterior de su mujer centró la charla: “Está mal hecho. Me metió en un jaleo. Esas cosas se suelen hacer para un entorno cercano, porque es de Gijón, y mira lo que pasó. ¿Pero en qué cabeza cabe que alguien haga eso si yo tenía que ocultar algo? Esto no tiene nada que ver con la destitución. Me rescinden por cosas que no diré (continuidad de Musacchio, planificación de la cantera...). Ni esa semana ni tras el partido ni al inicio de la pretemporada ningún dirigente me reprocha nada. Sólo Roig Nogueroles y yo tuvimos una conversación en julio para debatir sobre las cosas a corregir. Y una era lo de Gijón. Si hubieran dudado en mayo me hubieran echado entonces”.

Tebas tiene pensado citarle próximamente para aclarar el caso: “Puede llamarme para comer, cenar o de manera formal para declarar. No tengo nada que ocultar. Esto no me beneficia, pero no me va a perjudicar. Roig ha reiterado que nunca puso en duda mi honradez. Y eso es lo importante. Él es el que ha estado 44 meses a mi lado y da fe. Tengo la conciencia limpia y sólo quiero entrenar”. De momento tendrá que esperar. De haber olido la Champions y sonar para la Selección, ahora está en paro.