Casado salva al Zaragoza a un minuto del final del derbi
El Huesca, que jugó medio derbi con diez por la excesiva expulsión en el minuto 44 de Bambock, no mereció perder.
Un afortunado gol del lateral izquierdo Jorge Casado a un minuto del final decidió el derbi aragonés en favor del Real Zaragoza, que, sin gustarle a nadie, recupera el liderato de la Segunda División, aunque empatado a puntos con el Levante y el Valladolid. El fútbol, hay que decirlo claro, fue cruel con el Huesca, que no mereció la derrota y se sostuvo en el partido con enorme entereza, pese a jugar durante 47 minutos, más una larga prolongación, con un jugador menos por el ordenancismo de González Fuertes en la segunda tarjeta amarilla a Bambock.
El Huesca tuvo un arranque de partido notabilísimo, con decisión, criterio y mucha intención, y tuvo al Zaragoza desconcertado durante los primeros diez minutos. Se esperaba un comienzo al galope del equipo de Milla, pero el que primero avisó, y de qué manera, fue el Huesca. Al poco de empezar, Irureta detuvo un disparo a bocajarro de Urko Vera que ya se cantaba como gol entre la nutrida parroquia oscense, y después fueron Ferreiro y Carlos David los que amenazaron con sus remates el portal zaragocista.
El Huesca presionaba muy arriba y neutralizaba la capacidad creativa del Zaragoza, que durante un largo periodo limitó todo su ataque a una chilena no resuelta de Xumetra y a un disparo lejano de Zapater. Muy poco para comprometer a un rival que vino a La Romareda a discutir la posesión del balón y jugó siempre sin ningún complejo.
La primera gran oportunidad del Zaragoza llegó cerca de la media hora, y cuando el asfixiante calor ya comenzaba a hacer mella en los futbolistas, en una acción personal de Lanzarote que acabó en un barullo sin remate en la puerta de Sergio Herrera. Dos minutos después, el propio Lanzarote obligó al portero del Huesca a una gran intervención, que abrió de lleno un pasaje de claro dominio local, con Zapater y Erik Morán imponiendo su presencia en la divisoria central.
Al filo del descanso llegó la jugaba polémica de la noche, al expulsar el árbitro a Bambock por una segunda tarjeta amarilla por sacar antes de tiempo una falta indirecta tras haber pedido pasos. Una decisión excesiva del asturiano González Fuertes, aunque la recoja el reglamento, que causó estupor general en La Romareda y dejó en inferioridad al Huesca con medio partido por delante.
Tras el descanso, Anquela reestructuró sus líneas retrasando a Camacho al doble pivote, mientras a Milla le faltaron reflejos para prescindir de salida de un mediocentro y alinear a otro jugador de ataque. Y así el Zaragoza se mantuvo intrascendente durante un cuarto de hora, mientras el Huesca renovaba su valentía y hasta tenía el 0-1 en un cabezazo de Carlos David al larguero en un córner sacado por Camacho.
Milla se decidió a sacar a Juan Muñoz en la última media hora, pero en lugar de relevar a uno de sus dos pivotes, sacrificó a Xumetra, con lo que no acabó de dar un paso adelante. Sólo en los últimos diez minutos el Zaragoza puso coto a la portería del Huesca, aunque sin la claridad necesaria para sorprender a Sergio Herrera. Pero, inesperadamente, una mala cesión de Nagore dentro del área acabó en un tibio control de Ángel y en el remate final de Casado que acabó decidiendo el derbi para el Zaragoza.
