NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

VALENCIA

Un Valencia sin defensa

A siete días del cierre del mercado de fichajes, el tercer proyecto de Lim está cogido con pinzas, como constató Las Palmas en el arranque liguero.

Actualizado a
Un Valencia sin defensa
LALIGA

El 2-4 contra Las Palmas evidenció el mal del Valencia. La falta de calidad y jerarquía de sus centrales es algo que arrastra desde el adiós de Otamendi y aún no lo ha solventado. Además el verano ha sido convulso por casos como el de Parejo, avivando dudas tras el pésimo año pasado.

Portería: tres, multitud. El Valencia arrastra del curso pasado un problema bajo palos y que a día de hoy se atisba con difícil solución. Ayestarán tiene a sus órdenes más porteros de primer nivel (Ryan, Jaume y Diego Alves) que competiciones que disputar (Liga y Copa). Tres son multitud y la convivencia no es sencilla. No hay trencillas entre ellos, aunque ninguno está cómodo pensando en el día después al del cierre de mercado. Principalmente Ryan y Jaume. Ayestarán se tuvo que mojar y relegó a la grada contra Las Palmas a Diego Alves. En verdad el Valencia no ha ocultado desde mayo su intención de quedarse con el australiano (por el que Lim pagó 7 millones) y con el de Almerana (por cualidades e identificación con el club) y traspasar a Alves. Pero éste renovó hace dos veranos ("cuando nadie quería quedarse aquí", recalca el brasileño) y el único interés que él se ha planteado fue el del Barcelona. Pero no salió.

Centrales: raíz del caos. "Es difícil jugar mejor pero nos penalizan los errores". Ese fue el resumen del partido contra Las Palmas que hizo Pako Ayestarán. En los centrales está la raíz del problema. Caso Mustafi aparte, el Valencia tiene hoy en plantilla tres centrales con la 'X' puesta (Abdennour, Santos y Orbán) y un cuarto con cabida en la plantilla más por cuestión de ajustarse al Fair Play Financiero que por cualidades (Vezo). El problema es que los males en el eje de la zaga los tiene el Valencia desde la salida de Otamendi (45 millones) y la elección como sustitutos de Abdennour (21) y Santos (9,5). Un mercado de enero después y a siete días de cerrarse el de verano sigue sin taparse la gotera, como bien dejó constancia el equipo de Quique Setién (el último equipo que le marcó cuatro en Mestalla en Liga fue el Real Madrid en enero de 2013, cinco). Cuando el Valencia viajó en mayo a Singapur, con García Pitarch y Pako Ayestarán presentes, se comenzó a gestar allí con Peter Lim la planificación en términos deportivos y económicos. Entonces se hablaba de fichar al menos dos centrales y un mediocentro defensivo era la prioridad. De momento solo ha llegado Mario Suárez (tras previa salida de Javi Fuego, algo que no se contemplaba). Ayestarán "confía" y "desea" la llegada de refuerzos. Sidnei (vía Jorge Mendes) y Raúl Albiol (el deseado) son los objetivos, aunque para ello previamente deberán salir los nominados... o Mustafi.

Caso Mustafi. Sin Europa, Garcia Pitarch era consciente desde mayo que tenía que rebajar el coste de la plantilla por el Fair Play Financiero y hacerlo además sin acarrear pérdidas en la cuenta de resultados del club. Más allá de aligerar fichas e ingresar algo con los Negredo, Barragán, Piatti o De Paul, era una evidencia que había que hacer un traspaso 'gordo' y de primeras la intención era hacer caja con Mustafi y tratar así de quedarse con André Gomes. De hecho, como desveló Radio Valencia Cadena SER, el alemán fue ofrecido al Milan. Pero el mercado manda en tiempos de necesidad y el que se marchó fue André rumbo al Barcelona. El Valencia ha seguido escuchando ofertas por Mustafi como la del Arsenal, si bien, visto como está el patio en lo que a centrales se refiere, el pasado fin de semana Layhoon Chan le comunicó a Mustafi (como reconoció Ayestarán en sala de prensa) que ya "no está en venta"... aunque Arsene Wenger sigue al acecho.

Pretemporada atípica. Ayestarán se vio en la obligación de viajar a Holanda e Inglaterra con 25 futbolistas de los cuales con siete no va a contar (o espera no tener que hacerlo) y ocho eran canteranos. Ha tenido que recuperar para la causa a Enzo Pérez. Incluso otorgándole el brazalete. A pesar de que éste se marchó de vacaciones sin saber si le querían en el proyecto. Y el técnico tuvo que lidiar con el 'affaire' Parejo, con el desgaste interno que supuso. Ahora, de postre, con los cimientos por construir, explota el caso Paco Alcácer.