NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

VALLADOLID 1- ALAVÉS 1 (3-2)

Toquero y Lichnovsky pusieron la salsa del gol en Pucela

El club blanquivioleta se llevó el triunfo en la tanda de penaltis tras el 1-1 en el tiempo reglamentario. Los penaltis quedaron 3-2 a favor del Valladolid.

Actualizado a
Toquero y Lichnovsky pusieron la salsa del gol en Pucela
FELIPE FERNANDEZ

La última piedra de toque antes del comienzo de Liga, en apenas una semana que además sirvió como presentación ante el público vallisoletano. Con la ausencia de Jordán por lesión, algo que notó demasiado el Valladolid sobre todo en el equilibrio del ya famoso rombo de Herrera, el juego fue anodino y deslabazado, incluso concierto respeto ante un rival de Primera.

Pocas ocasiones en la primera mitad y poco peligro en las áreas, aunque el Alavés probó suerte con disparos de Manu García y Edgar, pero fue Toquero el que finalmente acertó a remachar un balón cazado en el área que no pudo atajar Becerra. Una vez más Ibán Salvador protagonizó su batalla personal, esta vez con Alexis, que perdió los nervios en más de una ocasión y terminó amonestado por su dureza. En el último tramo Mata tuvo el empate tras recibir un buen servicio de Villar, pero no estuvo fino en el remate y no encontró portería. Tras esta ocasión en el 37 lo locales tomaron aire y dominaron al conjunto vasco, pero sin inquietar en exceso a Pacheco.

Tras el descanso la arenga de Herrera pareció funcionar y la entrada de Jose le dio nuevos bríos al equipo. Precisamente fue Jose el que recibió la falta de Feddal que provocó el centro de Álex López y el gol de cabeza dentro de área pequeña de Lichnovsky en el 50.

Desde ese momento la contienda se igualó mucho, pero ninguno consiguió volver a marcar. Mata para el Valladolid y sobre todo Sobrino para los visitantes tuvieron la opción de cerrar el encuentro. La edición 43 del Trofeo Ciudad de Valladolid se decidió en los penaltis y se quedó en casa por el fallo en el último de Pacheco.