Keko: “Dedico 10 minutos al día a dar gracias por lo que tengo”
Salió del Atlético. Estuvo tres años en Italia y tres meses en el paro entrenándose en solitario en una pista de atletismo. Casi deja el fútbol y ahora está triunfando en Primera.
- Madrileño y del Atleti.
- Salí de su cantera. Es mi equipo del corazón… Ahora es el Málaga. Soy de Pozuelo de Alarcón. Mis padres se fueron a vivir a Brunete cuando tenía nueve o 10 años. Conocí a José Ramón (De la Morena) y siempre que me entrevista dice; Keko, tu que eres de mi pueblo”… No le voy a contradecir. No soy casi de ninguna parte. ¡Llevo tanto tiempo fuera y cada vez en un sitio!
- Debutó como rojiblanco.
- En Liga fue en un partido contra el Racing. Un año antes, 2008-09, debuté en Copa contra el Orihuela, con Javier Aguirre como entrenador. Fue muy bonito porque fui el jugador más joven en debutar con el Atlético. En Liga fue con Abel Resino, que estaba expulsado, en la grada y Santi Denia en el banquillo. Empatamos y el Calderón pitó a todos los jugadores. ¡Mire como ha cambiado el Atlético? Es un equipo mucho más asentado. En aquella época se cambiaban 10 o 15 jugadores al año y cada uno de un país. Acababa sexto, séptimo u octavo y era lo normal. A los dos años de irme llegó el Cholo Simeone y empezó a crecer. Ahora el Atlético es uno de los grandes de Europa.
- En el Atlético coincidió con Camacho.
- Era un jugador más asentado. A las alturas que estamos de agosto puedo decir que si se va sería una ‘putada’ aunque pagasen la cláusula y el Málaga recaudase todo ese dinero. Es un jugador importantísimo.
- Sale del Atlético y empieza a dar vueltas.
- Me fui al Valladolid con 17 años con Mendilibar. Llego un jueves allí por petición suya y el domingo le echaron. Descendimos. Después tres años muy duros pero enriquecedores en Italia, en el Catania. En los dos primeros no jugué. El tercer año llegó otro entrenador y me puso a jugar. Disputé 25 partidos. Conocí otro tipo de fútbol.- Tácticamente los italianos son impresionantes.
- Vuelve a España y su situación es cruda.
- Termino en Catania, tenía 22 años recién cumplidos y fue un momento difícil. Regresé en mitad de mayo y estuve junio, julio y agosto entrenándome yo solo. Los representantes que tenía en aquel momento no me conseguían encontrar equipo. Hasta el 28 de agosto. ¡Tres meses y medio entrenándome yo solo en una pista de atletismo! Me dije a mi mismo que esto no podía seguir así y me contraté un entrenador personal. No me quería casi ningún equipo de Segunda División y me planteaba casi dejar el fútbol. Surgió la opción del Albacete y decidí ir allí a por todas. Era empezar de cero. Me salió bien. Al año siguiente Mendi (Mendilibar) me llamó para ir al Eibar.
- Y la vida le cambió.
- Mendilibar me llamó al móvil. Me entró una alegría tremenda: “Voy a entrenar al Eibar, ¡vente para acá!” me dijo. En aquel momento no se sabía en qué categoría iba a jugar por todo aquel lío con lo del Elche. Me fui para allá. El equipo se quedó en Primera, fue como un tiro y yo lo jugué todo.
- Albentosa nos hablaba maravillas de Eibar.
- Es todo muy familiar. A nosotros nos daban las llaves del estadio para ir allí y dormir. Es todo muy cercano y muy pequeñito. Ha crecido muy rápido. No hay presión, la gente es súper agradable y la afición se conforma con que lo des todo en el campo.
- ¿Cómo fue aquella historia con el Sevilla?
- En enero tuve opciones de ir al Sevilla o al Málaga. Mi mujer estaba a un mes y medio de dar a luz y el Eibar no me quería dejar salir por el dinero que ofrecían el Sevilla y el Málaga. Yo no apreté lo suficiente para salir. Me quedé en Eibar y ya en junio fiché por el Málaga porque hicieron la apuesta en firme que, tanto el Eibar como yo consideramos que era la justa.
- En un año pasa de entrenar en solitario a que un equipo pague por usted cinco millones de euros. ¡Qué vueltas da la vida!
- Lo pienso todos los días cuando me levanto por la mañana. Dedico cinco o diez minutos diarios a darle gracias a Dios por todo lo que tengo. Miro hacia atrás y me considero un privilegiado.
- ¿Siempre extremo?
- Siempre he ocupado la banda derecha. A veces jugué en banda izquierda, media punta o segundo delantero. El extremo derecho de banda es una figura que se está perdiendo en el fútbol. No sé si por los sistemas. Yo me considero un extremo a la antigua usanza. La velocidad es mi característica principal en la banda.
- ¿Quién es el jugador más rápido del equipo?
- Juankar. Creo que hace un par de años Eliseu era rapidísimo.
- ¿Qué tal con el jeque?
- ¡Muy bien! Me gustaría hablar más con él, pero mi inglés es un poco pobre. Se le ve que es llano, cercano y está siempre con nosotros. Y eso es de agradecer.
- ¿Qué le dice la gente por la calle?
- La gente te anima y te dice: “¡Este año sí, este año sí”. Tu preguntas: “Este año sí ¿qué?”. Y te responden: “¡Este año la Champions pisha!” (risas). La gente está muy ilusionada y nosotros también. Pero este año vamos a ir con tranquilidad.
- ¿Este Málaga hasta dónde puede llegar?
- Me gustaría mandar un mensaje de mucha ilusión. Tenemos muchas ganas y no venimos aquí para pasar el rato. Venimos aquí a convertir al Málaga en algo grande. Pero con mucha calma. La mentalidad del Atlético de ir partido a partido es la que te da el éxito.
- ¿Qué jugadores del Málaga le han impresionado?
- Me ha impresionado lo bien que están físicamente Weligton y Duda. Con su edad me gustaría mantenerme físicamente así de bien. Juanpi futbolísticamente es un chico que me gusta mucho, Camacho, ¿qué vamos a decir?
