Luis Enrique-Aleix o cómo decirse las cosas a la cara
El catalán lucha por un puesto en el once del Barcelona. El jugador admitió a sus más íntimos que se dejó ir el año pasado.
Aleix Vidal, como Luis Enrique, son tipos con carácter fuerte y ganador. No les gusta que se les escape nada y, cuando tienen un problema, van directos a atajarlo. La temporada pasada fue rara para el catalán. Fichado por el club el pasado verano por 18 millones de euros, aunque con la imposibilidad de participar hasta enero, Aleix reconoció a sus círculos más íntimos que “se dejó ir” y eso le acabó pasando factura. El técnico, rápido, detectó el problema, y ambos pactaron arreglar las diferencias por el bien del vestuario. El catalán le explicó que se le había hecho grande el proyecto y el entrenador le pidió que se lo tomara con calma, que ya habría tiempo para solucionarlo todo. Y así fue o eso parece.
“Me siento profesional, aunque nunca fui lateral”, dijo Aleix, que tiró de memoria para recordar cómo y quién le incitó a probar en esa posición: “Comencé hace un par de años con Unai Emery. Allí salió bien la jugada. Aquí ahora me siento mejor. Trabajamos y entiendo mejor los conceptos defensivos que me pide el entrenador. Soy consciente de que debo mejorar el uno contra uno y a día de hoy estoy preparado para afrontar el reto”, reconoció el futbolista, que supo manejarse bien y con calma ante los medios de comunicación en la improvisado zona mixta tras el entrenamiento en Saint George’s Park.
Con Alves en la Juventus (“ha sido un referente”, dijo), las opciones de la plantilla se cierran en dos: Sergi Roberto, que la pasada temporada destacó en esa posición, o el propio Aleix. “El año pasado estuve por detrás de Alves y Sergi Roberto. La ausencia de Dani lo puede facilitar todo, aunque nada es seguro y el reto por asentarme en el equipo inicial es realmente muy grande”.
