NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 18 DE JULIO

El gol más famoso de Piendibene (1926)

Entonces, Zamora era una celebridad mundial a la que en todas partes querían ver y batir y su club, el Espanyol, inició una gira por Sudamérica.

Actualizado a
El gol más famoso de Piendibene (1926)
DIARIO AS

Mediados los años veinte, Zamora era una celebridad mundial a la que en todas partes querían ver, así que su club, el Espanyol, le sacaba el mejor rendimiento posible. En el verano de 1926, el club se fue de gira por Suramérica, no sin cierta polémica previa. No mucho antes, una buena selección vasca había hecho lo mismo, con malos resultados. El fútbol en Suramérica, particularmente en las orillas del río de la Plata, se había desarrollado mucho y se temía una cadena de derrotas humillantes. Pero confiado en Ricardo Zamora, reforzado por algunos jugadores cedidos por otros equipos y tentado por la oferta económica, que era muy buena, el Espanyol fue hacia allá. Los refuerzos eran Esparza, del Tolosa, Cubells, del Valencia, Urquizu, de Osasuna, y Quesada, Escobal y Félix Pérez, del Madrid.

La cosa empezó en Buenos Aires con doble partido ante Boca Juniors. El primero lo gana el Espanyol, de nuevo por «uno a cero y Zamora de portero», como se decía entonces. La revancha deja un empate a uno, con penalti para los argentinos. Las recaudaciones son colosales. Zamora ha justificado largamente el mito. Luego de un empate a dos con la selección argentina y una derrota en Rosario, consecuencia de la fatiga, el Espanyol salta a Montevideo para jugar sucesivamente con los dos grandes equipos de la ciudad, el Nacional y el Peñarol.

Ante el Nacional, que tenía a seis de los titulares del equipo campeón olímpico de 1924, gana el Espanyol por 1-0, gol de Yurrita, con Zamora otra vez prodigioso. El estadio estuvo repleto, con el presidente de la República en el palco de honor. Para el siguiente partido, cuatro días después, ante el Peñarol, la expectación sube aún más de tono. ¿Podrá hacer el Peñarol lo que no pudo hacer el Nacional? ¿Podrá marcarle un gol a Zamora? La rivalidad entre ambos clubes en aquellos tiempos era terrible, hasta el punto de que habían dado lugar a una fractura en el fútbol del país. La selección que viajó a los JJ OO de 1924 para ganar el oro estuvo formada en su gran mayoría por jugadores del Nacional y no tuvo ninguno del Peñarol como consecuencia de aquella escisión. Eso había robado la gloria a algunas de las grandes figuras del equipo aurinegro, particularmente a su delantero centro Piendibene, una estrella nacional que había marcado el primer gol en un Campeonato Suramericano, el de 1916. Piendibene, apodado el «Maestro», era un jugador señor, muy respetado, técnico, serio y deportivo. Había sido decisivo para que Uruguay conquistara los campeonatos suramericanos de 1916 y 1920.

Y Piendibene lo hizo. El Peñarol ganó por 1-0, con gol de Piendibene, que desató el júbilo entre su hinchada, que consideró este logro como un éxito internacional al nivel del que habían conseguido sus rivales del Nacional en los JJ OO de París. Piendibene fue alzado a hombros, el periódico El País le regaló la medalla de oro que se le había prometido a quien lo consiguiera y poco después un grupo de hinchas adinerados le compró una casa ante su inminente boda. La noticia llegó a España y rebotó por todo el mundo: un chalé como premio por haberle marcado un gol a Zamora. Aquel hecho alimentó aún más el mito y unió para siempre en las mentes de muchos los nombres de Piendibene y Ricardo Zamora.

Por su parte, el Espanyol volvió, después de dieciséis partidos, con ocho ganados, tres empatados y cinco perdidos, agotado pero satisfechísimo,y con 250 000 pesetas de ganancias. Un dineral para la época, si se piensa que el traspaso de Zamora al Real Madrid, cuatro años más tarde, se hizo por 150 000 pesetas.