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OCTAVOS | GALES - IRLANDA DEL NORTE

Bale sigue haciendo historia

Un autogol de McAuley a un centro suyo echó de la Eurocopa a una dignísima Irlanda del Norte. Gales se medirá al ganador del Bélgica-Hungría.

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Bale sigue haciendo historia
ATLAS

La afición de País de Gales que ocupaba una de las esquinas del Parque de los Príncipes se mantuvo en silencio has el minuto 75, que fue cuando Irlanda del Norte selló su sentencia de muerte marcándose un gol en propia puerta que permitirá al equipo del dragón pasar por primera vez unos cuartos de final de la Eurocopa. Hasta ese momento, los galeses sufrían en silencio ante la bulliciosa afición norirlandesa que no cesaba de animar a su tosco pero combativo equipo. Sólo cuando se vieron con ventaja en el marcador, cantaron los galeses, hasta entonces desconocidos y superados.

Esta vez, País de Gales completó su peor partido del campeonato, y eso incluye a Bale, pero cuando uno está de dulce, ya puede olvidarse el paraguas en el coche, que cuando sale del parking ha cesado la tormenta y luce un sol espectacular. Así está Bale en Francia, bendecido en una Eurocopa en la que no ha dejado de ser decisivo en ningún partido. En los tres de la fase de grupos estuvo fabuloso, en los octavos, cuando estaba a punto de firmar una tarde para el olvido recibió un balón en banda, lo centró seco y con potencia en busca de un rematador y apareció la pierna del irlandés McAuley para marcarse un gol que era el premio gordo para los galeses y una condena para sus rivales, que no se merecían ese castigo.

A País de Gales le desconcertó encontrarse con un equipo como el norirlandés que le aplicó a los de Coleman la misma receta que ellos suelen utilizar ante sus rivales: una generosidad brutal en el esfuerzo, presión asfixiante, pocas combinaciones y la búsqueda del contragolpe. Pero el problema es que Lafferty no es Bale, y no estamos hablando del moñito.

El equipo galés llegaba a los octavos liderando la estadística de robos de balón del torneo, lo que da idea de que su gran arma es la de sorprender a los equipos que tratan de dominarla. Eso no pasó jamás con Irlanda del Norte, que trasladaba la pelota de campo a campo sin miramientos de ningún tipo buscando a Lafferty y sumarse así al ataque.En base a esta técnica, más antigua que el ir a pie, Irlanda del Norte tuvo ocasiones para adelantarse con sendos disparos de Dallas y de Lafferty, pero Henessy frenó sus acometidas.

En la segunda parte fue McGovern el que apareció para despejar una falta que descubrió a todos los presentes, que Bale había salido a jugar. Hasta ese momento estaba absolutamente incómodo y fuera del partido. Pero le llegó ese balón perdido que colocó al centro del área en busca de una pierna que les diera el pasaporte a los cuartos del viernes en Lille. Tanto daba que la pierna fuera amiga o enemiga, Bale está en racha.