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OCTAVOS | ITALIA - ESPAÑA

Italia mete miedo a España: “Morata, ponte casco”

La BBC del ‘catenaccio’ envía un mensaje a los españoles. Del Bosque ensaya el mismo once, pero puede entrar Koke con Cesc de falso nueve.

Actualizado a
Italia mete miedo a España: “Morata, ponte casco”
JUAN PAZOS

Morata confesó que lleva días recibiendo mensajes de los centrales italianos. “Me han dicho que me ponga un casco para jugar contra ellos”, confesó en Cuatro. Luego, en una conversación con Chiellini, el líder del catenaccio italiano, se vino arriba. “España es una gran Selección y no va a ser fácil batirnos”, le dijo el 7 de La Roja.

El jugador repescado por el Real Madrid de la Juventus advirtió que “Italia es muy fuerte atrás porque los centrales llevan muchos años juntos y no sólo se acoplan, sino que también se compensan. Bonucci es el jefe; Barzagli, la calidad; y Chiellini, la fuerza”, explicó sobre la famosa BBC del catenaccio, el trío con el que Conte ganó tres scudettos y sólo perdió seis partidos de cien.

España trabaja para vencer esa resistencia. Morata está en racha y puede jugar contra Italia. También Aduriz, que no entiende de cascos y que es capaz de proteger el balón de espaldas en los balones largos, a la espera de que se incorporen los de la segunda línea. No está claro el sistema que empleará España.

Falso nueve. Pudiera ser incluso que jugase Morata en la banda izquierda y Aduriz en punta. Eso provocaría desconcierto en la BBC azzurra, eficiente mientras no les saquen de su defensa zonal o les dejen sin referencia. Estos aspectos han sido repasados por Del Bosque, que ha explicado a sus delanteros cómo tienen que atacar ese catenaccio.

El problema es que también hace falta tapar las bandas para evitar que, sobre todo Insigne y Florenci, entren como puñales por los costados. Eso fue lo que hizo en el último amistoso entre ambas selecciones en Udine (1-1) y lo que más preocupa a Del Bosque, que ayer probó con el mismo once de los primeros partidos, pero que incluso podría jugar con Cesc de falso nueve, con Koke y sin Morata, como hizo en Kiev en la final de 2012. Del Bosque busca sorprender.