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EUROCOPA

La UEFA está a la caza y captura de las bengalas de los ultras

Aumentaron los controles en el Stade France en busca de material pirotécnico. Los ultras siguen burlando a los controles.

Actualizado a
La UEFA está a la caza y captura de las bengalas de los ultras
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Se ha iniciado una curiosa competición paralela a la Eurocopa. La caza del gato y el ratón entre los ultras que intentan entrar bengalas y los servicios de seguridad que tratan de evitarlo después de verse burlados, tanto en partidos como en los recintos de las Fan Zones.

En el Stade de France, así como en el resto de estadios que van a acoger partidos se ha ordenado a los miembros de seguridad que comprueban las entradas de los aficionados que sean más estrictos en el registro de las bolsas y de los bolsillos de los aficionados que acceden a los estadios. Se trata de lo que denominan desde la organización, el primer anillo de seguridad y que se da en el perímetro entre la calle y las explanadas de los estadios.

A continuación de este registro, se realiza otro en las puertas de acceso al campo y queda un tercero aleatorio, ya en las bocas que dan acceso a las localidades. Con este aumento en la intensidad de los registros, la organización quiere dejar de quedar en evidencia ante los aficionados.

Hasta ahora, húngaros, austriacos, turcos y polacos han logrado entrar bengalas en los estadios. Otras aficiones las han utilizado en las calles, como los ingleses, pero lo más peligroso fue el episodio de las bengalas en la Fan Zone de Lyon que introdujeron dos albaneses y que debido a la concentración de público, mayoritariamente muy joven, pudo haber causado un desastre.

La policía para justificar tamaña burla a su protocolo de seguridad argumentó que el albanés en cuestión había colado la bengala escondida en el recto. Estamos hablando de un artefacto de 18 centímetros de longitud por cuatro de diámetro. Teniendo en cuenta que entraron dos bengalas, igual más que animar a su equipo, el sujeto en cuestión (en caso de que la policía tuviera razón) tenía otras aficiones más allá del fútbol.

Dejando a un lado la versión más que discutible de los orificios corporales como escondite de bengalas, lo más probable es que entren como lo han hecho siempre en los estadios: Entre el pan de los bocadillos, pegadas a las piernas con cinta aislante o en dobles fondos de mochilas. Algunos, incluso utilizan a los menores para colarlas.

Tal y como comentó la UEFA a este diario, “aumentaremos las medidas de seguridad para que no se repitan estos incidentes, que por otra parte son pequeños en comparación a los que suceden en otros campos”. En el Stade de France se notó, ahora falta que se note en Niza y Marsella, las dos sedes donde más elemento pirotécnico se ha visto.