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BARCELONA

Peligro: el PSG seduce a Neymar y ahora le puede hacer dudar

Khelaifi insiste: le promete 25 millones netos por curso. Hay quien ve en su traspaso la solución a los apuros económicos del Barça.

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Peligro: el PSG seduce a Neymar y ahora le puede hacer dudar
AStv

Soy feliz aquí, yo soy del Barça”. Esas fueron las últimas palabras de Neymar en la fiesta del doblete el pasado 23 de mayo. Sonó a declaración sincera de compromiso con el club azulgrana y a paso definitivo antes de anunciar su ampliación de contrato hasta 2022. Un mes después, la renovación aún no es un hecho y reaparece con fuerza el runrún de que Neymar dejará el Barcelona este mismo verano. El PSG, una vez cerrado el fichaje de Unai Emery como entrenador, tiene elegido al crack que ocupará el hueco de Ibrahimovic. La portada de ayer de Mundo Deportivo, que bebe en buenas fuentes institucionales, no podía ser más gráfica: “Alarma Neymar”.

Nasser Al-Khelaifi, presidente del PSG, intenta seducir a Neymar con los argumentos ya conocidos: un sueldo astronómico de 25 millones netos al año (en el Barça cobra 9,18 brutos aunque quintuplicaría esa ficha), la construcción de un proyecto en torno a él que le permita ser Balón de Oro y la tranquilidad fiscal y jurídica que no ha tenido en España. El pressing del PSG también abre una línea de pensamiento en la facción de la directiva del Barça que ve con buenos ojos la opción de un traspaso. Los menos románticos consideran que vender a Neymar ahora que camina hacia la cima es una buena opción de mercado. Que nunca valdrá tanto dinero como ahora y que 200 millones en caja más el ahorro de la ficha arreglarían la tesorería culé.

El club, durante la presidencia de Sandro Rosell, aprobó una norma que obliga a la junta a dimitir si durante dos ejercicios consecutivos el ratio que compara la deuda con el EBITDA (ingresos obtenidos antes de impuestos y amortizaciones) no cumple unos objetivos preestablecidos. Tanto en ese aspecto como en el de la masa salarial que controla LaLiga y el Fair Play financiero de la UEFA, el Barça está al límite. Eso, por no hablar de quienes creen que la agenda de Neymar es de locura y que el año pasado le sobró alguna fiesta. El fantasma de Ronaldinho.

Poderosos argumentos. Pero ninguno como el de la calle. El barcelonismo no quiere que Neymar se marche. Menos cuando aún puede romper a mejor jugador del mundo. Eso es lo que sabe Bartomeu. Que si lo vende y explota, está sentenciado.