El incendio ultra se descontrola
La Policía se ve burlada y teme el Gales-Rusia que se juega hoy. Ya se han detenido a 323 personas por distintos altercados.
Antes de comenzar la Eurocopa, la seguridad era un reto mayúsculo para la organización. Para afrontarlo, Francia dispuso un despliegue sin precedentes que ha movilizado a 100.000 personas entre policías, seguridad privada y fuerzas armadas. La amenaza yihaidista era la gran preocupación, pero las fuerzas de seguridad se han encontrado con un enemigo que no preveían: el hooliganismo.
Tras doce días de Eurocopa el Ministerio del Interior galo ha informado de la detención de 323 personas, la mayoría relacionadas con incidentes entre aficiones. Desde el inicio, ya quedó claro que ni el Estado ni la organización habían calibrado el riesgo que suponían los ultras. Los ingleses y rusos arrasaron el Puerto Viejo de Marsella en la previa de su partido que prosiguió con una carga de ultras rusos en la grada y que acabó con 35 detenidos y dos personas en estado crítico. Se había encendido la llama.
De inmediato, Francia reconoció errores y las autoridades se comprometieron a trabajar para evitar que se repitieran las escenas de Marsella. No han tenido éxito. Cuatro días después, en Lille, la Policía tuvo que cargar contra los vándalos ingleses. Mientras, los rusos se peleaban con los eslovacos en una lucha pactada. En Niza, polacos y norirlandeses también protagonizaban incidentes. El incendio se extendía.
Ante estos fallos, que coincidieron con el asesinato de una pareja de policías a manos del ISIS y la detención en Bélgica de doce presuntos terroristas que pretendían atentar en la Eurocopa, se dio un efecto llamada en los ultras de toda Europa, que ven cómo Francia está con la guardia baja. Los croatas fueron los primeros en dejar a la seguridad de los estadios en evidencia introduciendo bengalas, los albaneses las colaron en la Fan Zone escondidas en el recto (18 centímetros) según la Policía. Los húngaros les imitaron con bengalas, además de pelearse entre ellos y con la Policía. Incluso once ultras españoles fueron detenidos camino a Niza. El incendio se descontrola y no hay quién le ponga freno. El Rusia-Gales de hoy puede ser una bomba de relojería.