NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

GRUPO D | ESPAÑA - TURQUÍA

Sergio Ramos y Gerard Piqué, los grandes pilares de la Selección

Del Bosque considera a los centrales vitales para reeditar el título. La rivalidad Madrid-Barça creó varias guerras frías ya superadas .

Actualizado a
Sergio Ramos y Gerard Piqué, los grandes pilares de la Selección

España-Turquía en directo

Si Piqué y Ramos no son un equipo nos perjudica a todos. La unidad de los dos como centrales es clave para el grupo. Si están bien hacen jugar a todo el equipo”. Así hablaba Vicente del Bosque de la relación entre Sergio Ramos y Gerard Piqué el pasado mes de febrero. Había arreciado de nuevo la polémica por un tuit de Piqué mofándose de la alineación indebida de Cheryshev.

Piqué y Ramos. Ramos y Piqué son los pilares de La Roja. De Andalucía a Cataluña. Del Madrid al Barça­. Si los centrales de la Selección rinden a su nivel, España cuenta con más opciones de ser campeona de nuevo.

La rivalidad Madrid-Barça ha provocado varias guerras frías que ya han sido superadas por fortuna para la Selección. Antes de la Eurocopa 2012, después de varios años intensos con la Tormenta de Clásicos vivida en la etapa de Mourinho y Guardiola, Del Bosque ya avisó cuando se le preguntaba sobre las consecuencias de una mala relación entre el defensa del Madrid y el del Barça­: “Pues si no se llevan bien, que se lleven, porque en el campo es donde se tienen que llevar bien. Son chavales jóvenes con sus discrepancias pero que en el fondo son dos excelentes chavales y seguro que no van a tener ningún problema. Ya han jugado juntos y hay episodios que son ya pasado. Lo principal es que tengan buen corazón y nada más”,

Los dos tuvieron buen corazón, como deseaba el seleccionador, y se revelaron como la mejor pareja de centrales del mundo. En aquel campeonato, el día antes de la final, Alfredo Relaño, director de AS, encargó a los enviados especiales intentar hacer la foto de portada juntando a Ramos y a Piqué. Tras varias horas de gestiones, el andaluz y el catalán se juntaron para que Juan Flor les retratará para la primera página de este periódico. Se juntaron sin forzar nada. Se les vio a gusto al hacer aquel reportaje, igual que cuando comparten el centro de la zaga.

Han pasado cuatro años desde que se hizo en Kiev aquella fotografía (que encabeza esta noticia) y en este tiempo volvieron a aparecer los rumores, contados como certezas, de que Ramos y Piqué volvían a la gresca. Pero ahora vuelven a compartir concentración y centro de la defensa sin mayores problemas. Los más próximos en el equipo aseguran que no son amigos fuera del césped, que su relación es cordial y de máximo respeto. Y en el campo “el uno muere por el otro, como deben hacer todos los miembros de un equipo”, asegura un compañero.

Del Bosque los considera vitales para que España vuelva a salir campeona. No hay en todo el torneo una pareja de centrales del nivel de Ramos y Piqué. A su solvencia defensiva, reforzada por una salida de balón formidable, se une que ofensivamente los dos son zagueros goleadores, como demostró Piqué en el debut ante la República Checa anotando el tanto de la victoria. Y Ramos estaba detrás de él esperando para rematar. Y fue el primero que le abrazó.