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SELECCIÓN

5 detalles que Del Bosque debe mantener y 5 que debe cambiar

España puede alcanzar los octavos esta noche si vence a Turquía. Para ello, es clave repetir los puntos fuertes del debut y retocar algunas cosas mejorables.

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5 detalles que Del Bosque debe mantener y 5 que debe cambiar
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España-Turquía en directo

La Selección juega este viernes su segundo partido en la Eurocopa de Francia tras debutar ante la República Checa con una ajustada pero merecida victoria (1-0). De cara a este siguiente encuentro ante Turquía (21:00 horas), analizamos lo que España debería mantener para que el resultado sea el mismo (victoria) y lo que podría modificar para que el camino para encontrarlo (demasiado sufrimiento) sea diferente.

Los 5 detalles que debería MANTENER Del Bosque:

1.-Seguridad defensiva:

El entramado defensivo, salvo contadas excepciones, fue correcto ante la República Checa. También favorecido por el poco nivel del adversario. Lo más positivo es que la Selección no encajó gol. De mantenerse así, será muy difícil que cambien los guiones ante el resto de rivales y habría siempre muchas opciones de ganar. Perder, una posiblidad, sería por accidente. Lo peor para España es cuando tiene que remar contracorriente y remontar, porque entonces el estilo y la paciencia saltan por los aires debido a los nervios y las exigencias. Por ello, la defensa y la portería no han de tocarse, ya que tanto De Gea como los centrales y los laterales rindieron a un gran nivel. Para que el sistema defensivo sea perfecto tan solo hay que ajustar la presión tras pérdida y las coberturas en los balones en largo, donde hubo algunas dudas iniciales.

2.-Pausa:

España no cambió su plan de tocar y tocar hasta encontrar el espacio pese a que la victoria no llegaba en el debut. No se jugaron apenas balones frontales y en largo que no benefician para nada a la fisonomía de este equipo. Se abrió el campo todo lo que se pudo, se jugó por dentro y se alternó por fuera con las internadas de los laterales. Sólo faltó que Cesc picara algo más entre líneas, pero no todo puede ser perfecto. España consiguió que el modelo que brilla por la izquierda con un mecanismo de toque, apoyo y ruptura entre Jordi Alba, Iniesta y Nolito (o Pedro luego) se copiara en la derecha con Juanfran, Cesc y Silva. Antes, la Selección atacaba algo coja (más bien por la izquierda) haciéndose demasiado previsible. Juanfran, como también hacen Carvajal o Bellerín, da más oportunidad para entrar por uno u otro lado.

3.-Intensidad como motor de ataque:

Pese a que el juego de España se reconoce sobre todo por su facilidad para mover el balón, lo que de verdad le hace competitivo es su plan para recuperarlo: robar en la salida del rival y cuando está de espaldas u ofreciéndole una banda para asfixiarle después al toque de corneta. Con esta tensión en el momento de la recuperación, la Selección se activa instintivamente para emprender el ataque. Si, por el contrario, se echa unos metros atrás y recupera en campo propio, más relajado, ello supone que el primer pase tras recuperar la posesión se hace siempre hacia atrás, haciendo que, en definitiva, la contra sea lenta y no sirva para dañar al rival. La forma de defender origina la manera de atacar. El 4-1-4-1, con varias líneas escalonadas, también beneficia al equipo porque el sistema del 4-3-3 tiene un gran peligro: cuando el balón supera la primera línea de presión vienen los problemas con tres jugadores desbordados con un solo pase. Los delanteros, sobre todo los más artistas, están deseando que el balón les supere para dejar de presionar, poder caminar y ponerse cuanto antes a pensar en lo suyo, el ataque. Y aquí, no sucede. Nolito y Cesc o Silva no paran de ayudar a los laterales.

4-Profundidad:

Si algo gustó de España ante la República Checa fue que alternó el pase en corto de siempre con el cambio de orientación en largo que tan bien hacia Xabi; y el toque y la posesión en medio campo con la profundidad en busca de la portería. Ahí, los laterales jugaron un papel clave, aprovechando que los extremos también tiraron diagonales por dentro y les ofrecieron espacios. En esa labor, Morata fue clave. No paró de alargar el equipo con continuos desmarques y eso posibilita que los centrales que le cubren corran detrás de él (quedan fijados) y dejen a Nolito más suelto para el uno contra uno como alternativa y para que, además, se cree un espacio entre la defensa y el medio campo rival por el que deben colarse Cesc, Iniesta y Silva. Esta opción de un nueve fijo es más importante ante murallas que lo del falso nueve.

5-Contundencia e intensidad:

España hizo una cosa tan importante como ganar en su estreno: avisar a los futuros adversarios. No sólo se comportó como un equipo con el buen gusto de siempre. También evidenció un buen tono físico y una garra que faltó en Brasil. Este equipo no se amilana ni encoge. Por arriba y por abajo. Ver a Iniesta o a Silva ir a los saltos de cabeza con serias opciones de llevarse el balón y no sólo de justificarse, contagia al resto y frena el ímpetu del rival. Ante Chequia, España hizo sólo una falta menos (11) que su oponente (12). Cuando hay que remangarse, España también es la primera. Y cuando hay que sacar partido de la estrategia o de los balones colgados (miren el gol), ahí también se encuentran soluciones. Del Bosque tiene un equipo que vuela y que a la vez muerde. Es un juguete con el que divertirse en los días soleados y una roca con la que presentar batalla cuando el panorama se embarre.

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ERIC GAILLARDREUTERS

Los 5 detalles que podría MODIFICAR Del Bosque:

1.-La contra

Del Bosque, apoyado en que la columna vertebral de su Selección ha estado formada por los pilares del Barça, ha mantenido el estilo de juego con la Roja que se había llevado a la máxima expresión en un club. Sin embargo, por los últimos partidos de España, hemos podido comprobar que mientras esos jugadores (Piqué, Busquets, Iniesta…) han sabido ir complementando sus valores para adaptarse a las nuevas defensas que ya conocen sus artes, en la Selección siguen haciendo lo de siempre. El Barça, esta temporada ha sacado un gran partido a robar y correr a la contra, y en España aún cuesta mucho ver ese cambio de chip. Ante la República Checa, lo único que desesperó en ocasiones fue que el primer pase tras la recuperación pocas veces fue un desplazamiento en busca de la carrera. Más bien fue de seguridad, hacia atrás o para iniciar posesiones interminables. La pausa debe mantenerse, pero eso no choca con tener la alternativa de correr cuando el rival, por fin, ha salido de la cueva. Nolito, Silva, Iniesta y Morata saben conducir y esprintar. Ni que decir de Lucas cuando salga.

2.-Remate desde fuera:

Querer entrar tocando hasta la cocina fideliza porque nadie lo hace como España. Pero muchas veces esa obsesión carece de eficacia. A España, cada día más, le esperan defensas de balonmano con diez hombres aculados en el área. Hay distintas formas de romper esos entramados. Una: dejándoles salir si luego castigas a la contra. Un arma que explotaba Cruyff ante los atascos y que España no hace. Dos: bombeando balones a la olla para imponer el físico dentro del área. Algo para lo que España, por más que siempre se le relacionara con la furia, no está capacitada. Tres: intentar mover de lado a lado con rapidez y precisión hasta que surja el espacio. Algo que la Selección, aunque no siempre salga, siempre intenta desde que lo ordenó el Sabio. Y cuatro: mostrar alternativas con artes poco explotadas para buscar el gol o confundir al rival. Si Busquets, Iniesta y Silva dispararan más desde media distancia (y mejor, claro), las defensas se verían obligadas a salir del área diez metros más. Y eso son muchos metros cuadrados por los que poder amargar de vez en cuando para filtrar pases mortales.

3.-Llegada desde atrás:

Los centrocampistas deben entender que han de ocupar los espacios que tan bien generan Morata y Aduriz. Ahí, Cesc siempre ha sido el rey, así que no habría que dudar de su capacidad pese a su mediocre primer partido. Busquets, como referencia y apoyo constante, no puede hacer esa función. Sería un suicidio que abandone su atalaya. Iniesta es necesario para superar las líneas con el balón en los pies más que haciéndolo él sólo y por sorpresa en busca de un buen pase que nadie da como él. Así, el tercer centrocampista, sea Silva o Koke en el futuro, debe ser el que deje de pedirla también al pie como el resto y ayude a romper las defensas con desmarques, disparos y presencia en el área. Si no, la Selección corre el peligro de convertir su ataque en otra línea de balonmano como la de enfrente.

4.-Segunda jugada en defensa:

Si algo le costó inicialmente a España ante la República Checa fue adaptarse al juego ofensivo que el rival proponía. Piqué dejó un par de veces que el delantero saltara o controlara sin marca, quizá por temor a forzar faltas que es lo que buscaba. En esas tareas debe coordinarse mejor con Ramos, para que uno pelee el balón y el otro corra a la espalda. Chequia, pese a su bajo nivel, tuvo ocasiones. Y eso no es una buena señal. Vendrán delanteros mejores que no perdonean. Además, Busquets, en su empeño por contribuir a sumar en ataque, dejó en varias ocasiones demasiados metros a su espalda al estar excesivamente volcado en el área. Eso entraña el peligro de no estar donde debe en las segundas jugadas para acudir al rescate de sus centrales. Y en una Eurocopa, un mal balance y una contra mortal te condena.

5.-Las ansias de cambiar:

Ya quedó claro que Nolito estuvo por momentos algo precipitado, que Cesc no tuvo su mejor tarde ante la República Checa y que Morata no encontró el gol y que es lo que se le exigirá, pero sería desaconsejable que se cambiara el rumbo, el once o los planes. En primer lugar porque a nivel general la Selección dio un gran nivel y sería la mejor forma de reconocerlo y reconfortar al equipo base. En segundo, para que nadie se sienta castigado. El once del debut será muy importante. Y en tercer lugar, porque si todo sale bien, como se espera, ya habrá tiempo en el tercer partido de probar cosas, repartir esfuerzos y dar oportunidades. La afición (miren la encuesta de AS.com) tiene muchas ganas de que entre Koke por Cesc. Y es entendible. Pero el centrocampista del Atlético no aporta más llegada que el del Chelsea, que es lo que faltó el pasado lunes. Paciencia. Y Del Bosque ansía meter a Bruno, una alternativa que puede esperar, que debe llegar con el resultado a favor para asegurar el botín o contra Croacia, para contrarrestar el poderío entre líneas de Modric con un doble pivote de contención. La mejor noticia ante Turquía sería ver al mismo once del primer día.