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LAS DIEZ COPAS DE EUROPA DEL REAL MADRID

La quinta: Goleada al Eintracht Frankfurt y cierre de un ciclo

El Real Madrid logra su quinto título consecutivo y cierra el ciclo de Copas de Europa consecutivas con una goleada al Eintracht de Frankfurt.

Actualizado a
Gol de Di Stéfano al Eintracht.
DIARIO AS

El club blanco llega a esta edición como auténtico favorito. No ha fallado en ninguna de las cuatro anteriores y esta no será la excepción, de hecho, esta será la que cierre el ciclo de títulos europeos consecutivos con un total de cinco.

Por cuarta edición consecutiva, España metía dos representantes. Esta vez sería el FC Barcelona el que acompañaría al Real Madrid a Europa y con el cual se cruzaría, produciéndose de esta manera el tercer enfrentamiento español de la historia de la Copa de Europa (antes, Sevilla y Atlético de Madrid).

El Real Madrid llegaba a esta edición tras una temporada donde sumó la Copa de Europa y quedó segundo en la Liga Española a cuatro puntos del F.C. Barcelona.

En esta ocasión, el Madrid empezó la competición contra el campeón de Luxemburgo, el Jeunesse Esch. El primer partido acabó con un 7-0 en el Bernabéu y en la vuelta otra goleada sentenció al campeón de este pequeño país y dejó al club blanco en los cuartos de final.

El siguiente rival sería el OGC Niza, campeón de Francia. Este no fue tan fácil como el campeón luxemburgués sobre todo en la ida que acabó 3-2 a favor de los galos gracias a una excelente actuación de su delantero Victor Nuremberg, que firmó un triplete. Rial y Herrera hicieron los goles madridistas. El Bernabéu dictaría sentencia y esperaría la remontada. Y así fue, la delantera compuesta por Pepillo, Di Stéfano, Puskas y Gento, con un gol por cabeza acabó con las esperanzas nizardas de hacerse con la Copa de Europa y además, eliminando al vigente campeón.

El Barcelona estaba solo un peldaño más abajo del cuadro y tras cargarse al Milan en octavos (global de 7-1) y al Wolverhampton en cuartos (global de 9-2) se enfrentaría a su máximo rival en semifinales por una plaza en la final de Hampden Park.

La eliminatoria comenzaba en el Santiago Bernabéu ante un Barcelona entrenado por Helenio Herrera y con Luis Súarez, futuro Balón de Oro en punta que impresionaba tras eliminar con solvencia a sus pasados rivales pero el Real Madrid consiguió sacar un ventajoso 3-1 para el partido de vuelta. Di Stéfano abrió el marcador en el 17 y Puskas puso el segundo en el 28 pero Eulogio Martínez ajustó el encuentro con su gol en el minuto 37. La segunda parte discurriría igual hasta que Di Stéfano batió a Ramallets en el 84 dando una ventaja más amplia a su equipo de cara a la vuelta en Barcelona.

En la vuelta en el Camp Nou se repitió el mismo resultado favorable para el Madrid, 1-3. Puskas metió en el 25, Gento en el minuto 68 y el húngaro volvió a encontrar portería en el 75 para sacar definitivamente el billete a Escocia. Sandor Kocsis metería el único tanto azulgrana del partido en el 89 pero no sería más que un mero maquillaje al marcador.

El Real Madrid se deshacía del campeón de Liga y de su eterno rival y se citaba el 18 de mayo en Hampden Park con el Eintracht de Frankfurt, que previamente eliminó al Young Boys suizo (global de 5-2), al Wiener austríaco (global de 3-2) y al Rangers escocés, al que privó de jugar la final en su ciudad (global de 12-4).

La final se celebró en un Hampden Park abarrotado (unos 135.000 espectadores) y se consideró, a la postre, como uno de los mejores partidos de fútbol de la historia dado lo abultado del marcador para ser una final europea.

El Real Madrid salió convencido de ganar y lo hizo con una autoridad pasmosa, propia de otras rondas y otro tipo de rival. El partido lo abrió el conjunto alemán mediante Richard Kreß, que remató un centro al primer palo desde la banda derecha que no pudo detener el meta argentino Rogelio Domínguez. A los tres minutos remataría Di Stéfano el empate y en otros tres, la Saeta ya adelantaría al Madrid. Un mal despeje de Hermann Höfer fue controlado por Luis Del Sol que se la cedió a Canario para que la pegase. Egon Loy no detuvo con seguridad y Alfredo Di Stéfano cazó el rechace enviándolo a las mallas.

Desde el minuto 45 hasta el 71, Puskas desató toda la artillería. El tercero, un disparo potente ante el meta alemán, el cuarto, un penalti, el quinto, un remate perfecto a un centro de Paco Gento y el sexto, un disparo a la media vuelta desde dentro del área para firmar una de las mejores actuaciones de su carrera que le valió el premio a máximo goleador. En el 72, Stein puso el 6-2 en el marcador. “Alegría” que le duraría un minuto cuando Di Stéfano hizo el 7-2 con un gran tiro desde fuera del área. En el 75, Stein volvió a marcar para cerrar el definitivo 7-3.

La final fue considerada el día siguiente por los medios de la época como “la mejor de la historia del fútbol” dada la goleada y las actuaciones individuales de figuras mundiales como Puskas o Di Stéfano. En Escocia fue toda una sensación, tanto que llegaron a reponerla en la televisión.