Terry, más cerca de renovar tras cancelar su fiesta de despedida
El central, que tenía previsto decir adiós en Stamford Bridge este lunes, podría aceptar la extensión de su contrato por un año más.
El culebrón de la renovación de John Terry con el Chelsea parece llegar a su fin. El central, que acaba contrato el próximo mes, canceló este lunes una fiesta de despedida en Stamford Bridge, que previsiblemente habría significado el punto final a su etapa como jugador 'blue'.
El club, que a principios de temporada le comunicó que no le iba a presentar un nuevo contrato, rectificó la semana pasada y le ofreció una renovación por 12 meses más. Terry, de 35 años, empezó con un rol secundario en el equipo con Mourinho en el banquillo, pero empezó a contar para Guus Hiddink desde que el holandés se hizo cargo del Chelsea el pasado diciembre. Ha terminado jugado 33 partidos esta temporada, 24 de ellos en la Premier.
Hiddink lleva pidiendo su renovación desde hace semanas. Sin embargo, la oferta que en estos momentos estudia Terry es sensiblemente inferior a los 8,6 millones de euros que percibe por temporada, en la que tendría que asumir un rol secundario. Además, el central tiene suculentas ofertas en el mercado chino. Tanto el Shanghai SIPG -que entrena el sueco Sven Goran Eriksson- como el Jiangsu Suning le ofrecen 20 millones de euros por dos temporadas.
En cualquier caso, el objetivo a medio plazo de John Terry es sentarse en los banquillos. De hecho, la semana que viene se examina para obtener la licencia continental B de la UEFA para poder ejercer como entrenador. Por ello, el central podría considerar más valioso quedarse en la Premier -y continuar su formación- que marcharse a China.
Es más, el propio Hiddink manifestó que el rol de Terry estaría a caballo entre el de jugador de campo y miembro del cuerpo técnico. Y el pasado domingo Terry ya dejó entrever la cercanía del acuerdo. "Llevo diciendo desde hace mucho tiempo que quiero quedarme aquí el resto de mi carrera. Quiero acabar aquí. El club lo sabe, los fans lo saben. Me quiero quedar", dijo ante un Stamford Bridge lleno de banderas con el 26 -su dorsal- y su nombre inscritos en ellas. Toda una declaración de intenciones.
