NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ATLÉTICO 2 - CELTA 0

1x1 del Atlético: Torres se gusta y Godín doma al Celta

El delantero fue un peligro constante exhibiendo una forma física demoledora y una confianza enorme. El uruguayo abortó cualquier intento gallego.

Actualizado a
1x1 del Atlético: Torres se gusta y Godín doma al Celta
LALIGA

El delantero fue un peligro constante exhibiendo una forma física demoledora y una confianza enorme. El uruguayo abortó cualquier intento gallego de dar la sorpresa en el Calderón. Tiago fue la nota emotiva en el cierre del campeonato.

Oblak. Midió mal en el 37’ al intentar salir a blocar una falta botada por Nolito, pero el esloveno reculó bien, a tiempo para tapar el cabezazo de Orellana. Antes del descanso hizo fácil lo difícil al sacarle a Nolito un libre directo.

Juanfran. Subió con determinación con la intención de que Nolito tuviera que trabajar en su campo. Atinado sobre el andaluz cuando éste intentaba progresar con balón. Le faltó afinar el punto de mira en algún pase.

Godín. Sembró el pánico en la defensa céltica con un remate de cabeza en el 7’ que golpeó en el larguero y el poste. Era un peligro en cada jugada a balón parado. En su campo se le vio vigilante sobre Orellana para echar una mano a Filipe cuando era necesario. Acertadísimo y oportuno para frenar los avances gallegos, se agigantó por momentos.

Savic. Muy físico sobre Guidetti, se descubrió poco y cuando lo hizo Godín le socorría. Apunta a titular en Milán y por eso fue interesante verle ante una vanguardia con movilidad y velocidad como la del Celta.

Filipe. Seguro en la conducción, se desplegó con inteligencia para no quedar mal parado y darle a Orellana espacios. En la línea de su recta final de temporada, sólido, administrando bien sus esfuerzos, y con la experiencia necesaria para no complicarse la vida.

Saúl. Empezó conectado, jugando cerca de Torres. Sergio evitó que marcara respondiendo de forma notable al zurdazo del centrocampista. Volvió a rematar en el 17’ de cabeza. Ayudó bien a Juanfran en la marca de Nolito, sobre todo cuando el 10 del Celta se desplegaba en diagonales. En la segunda parte volvió a hacerse notar con otro disparo que Sergio detuvo.

Augusto. Simeone le ubicó entre las dos líneas de cuatro atléticas para vigilar el juego entre líneas de Orellana y Nolito. Poco a poco se erigió en dominador de la pelota dividida, más aún tras el segundo gol y con un Celta que acusó el golpe.

Gabi. Agresivo y atento sobre los pasillos interiores del Celta, bien cuando tenía que organizar la presión selectiva que tanto incomodó al equipo de Berizzo. Fue además el origen del segundo gol colchonero con su balón colgado.

Koke. Organizado y solidario en defensa, siempre presto a cortar las contras celestes. Fue de menos a más, aumentando su caudal de juego en el segundo tiempo, con pases con mucha intención e incluso descolgándose en ataque. Apareció en el área para acomodar la pelota en el segundo gol colchonero.

Griezmann. Apagado durante todo el primer acto, parecía que no estaba hasta que apareció para aprovechar el rechace del larguero de la chilena de Torres para hacer su vigésimo segundo gol en la Liga. Y poco más. Terminó el campeonato con 22 tantos, los mismos que la temporada pasada.

Torres. Bien en los duelos con los centrales, casi siempre dando salida al equipo bajando balones o provocando faltas. En el 22’ se marcó un buen eslalon que por poco no le deja solo ante Sergio. Trabajó bien los costados de la zaga celeste, explosivo, demostrando que llega bien al final de temporada. Orientó el cuerpo de forma perfecta para conectar esa pelota peinada por Wass y que terminó en golazo. Casi repite dos minutos después, cuando se chilena se estrelló en el larguero. Se gustó.

Carrasco. A los dos minutos de entrar ya puso sobre aviso al Celta. Tras la marcha de Torres quedó como único punta y casi sobre el pitido final pudo marcar en una contra que demostró que su tobillo está a punto.

Tiago. Verle correr ya fue celebrado por el Calderón. El portugués fue la nota emotiva de la tarde, volviendo justo antes de la gran cita en Lisboa.