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366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 6 DE MAYO

Nace la Copa de España. O así (1902)

Actualizado a
Copa de la Coronación.
Aitor MartínDiario AS

En la primavera de 1902, Madrid se dispone a arder en fiestas: alcanzada su mayoría de edad, va a ser coronado Alfonso XIII, tras la regencia de su madre, la reina Cristina. Carles Padrós, creador del Madrid y uno de los grandes impulsores del fútbol español en su primera época, concibe la idea de celebrar un campeonato nacional de fútbol para celebrarlo. En Barcelona ya se había celebrado la Copa Macaya, luego reconocida como campeonato catalán, y en Madrid un llamado «concurso de bandas», con participación de muchos equipos. Padrós, un catalán ingenioso, emprendedor y activo (curioso que el Madrid lo fundara un catalán), mueve voluntades y consigue que el Ayuntamiento de Madrid done una gran copa, que labra el famoso orfebre Marabini. Redacta un reglamento del torneo y pone el día 5 de mayo como fecha límite para la inscripción.

Se apuntan, por Madrid, el Madrid y el New, por Barcelona, el Barcelona y el Espanyol, y por Bilbao, el Bilbao y el Athletic, que envían una sola formación, denominada Vizcaya, como solían hacer cuando se desplazaban, pues les era más fácil reunir once entre los dos equipos y les daba más fuerza. El día siguiente, día 6, queda formalizada la competición. Como son impares, hay una eliminatoria previa, que el sorteo señala que sea entre el Espanyol y el Vizcaya. Los partidos se disputarán en el hipódromo, donde ahora está el edificio de los Nuevos Ministerios, que reunía mejores condiciones que el campo del Madrid (junto a la actual plaza de toros) o del New (cerca del Retiro).

El día 13, el Vizcaya gana por 5-1 al Espanyol. El día 14, el Vizcaya juega de nuevo, batiendo por 8-1, nada menos, al New, y después se disputa el primer Madrid-Barcelona de la historia, que ganan los catalanes por 3-1, goles de Steinberg, dos, y Hans Gamper, de penalti, contra el solitario de Johnson. Goles de gente de fuera, como se ve: un alemán, un suizo y un inglés, aunque en ambos equipos había autóctonos. La final se juega al día siguiente, 15 de mayo, festividad de San Isidro en Madrid. Es el tercer partido consecutivo del Vizcaya, que saca este equipo: Arana (Bilbao), Careaga (Bilbao), Larrañaga (Athletic); Silva (Athletic), Amado (Athletic), Goiri (Athletic); Cazeaux (Athletic), Astorquia (Athletic), Dyer (Bilbao), Silva (Athletic) y Evans (Bilbao). El Barça le opone a: S. Morris, Pamies, Meyer; J. Morris, Witty, Valdés; Parsons, Gamper, Steinberg, Albéniz y E. Morris. El Vizcaya viste de blanco, el Barcelona con sus colores blaugrana. Arbitra Joan Padrós, presidente del Madrid y hermano del alma del torneo. El Vizcaya gana su tercer partido consecutivo en otros tantos días, por 2-1. Marcan Astorquia y Cazeau en el primer tiempo, en el segundo, a quince minutos del final, descuenta Parsons, de cabeza. Los últimos minutos son de agobio para los vizcaínos, a los que se les nota el cansancio. Pero ganan y se llevan la copa.

No era Copa de España, sino Copa del Excelentísimo Ayuntamiento de Madrid, donada por Alberto Aguilera, el alcalde de la capital. Pero casi puede decirse que era la Copa de España, pues la jugaron los mejores equipos del momento. No era el Athletic, pero casi, porque era una fusión del Athletic y el Bilbao, que antes de un año se haría definitiva, al ser absorbido el Bilbao por el Athletic y convertirse ya en un solo club. De ahí que el Athletic insista en considerar esta como la primera de su larga serie de copas conquistadas.