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366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 5 DE MAYO

Dixie Dean alcanza los sesenta goles (1928)

Actualizado a
El futbolista del Everton, Ralph 'Dixie' Dean, durante un partido.
Diario AS

William Ralph Dean, Dixie Dean, fue el mejor jugador del mundo a caballo entre los veinte y los treinta. Lo había adquirido el Everton, aún con diecisiete años, procedente de un equipo de Tercera, elTranmere Rovers, por la increíble cantidad, para un jugador de esa categoría, de 3000 libras. Luego nunca quiso abandonar el Everton, ni por el Arsenal, que hubiera pagado por él lo que le hubiesen pedido, ni por ir a Estados Unidos, donde le triplicaban los ingresos. Fue tan célebre que la familia real inglesa procuraba cultivar su trato. Con ocasión de un viaje por Inglaterra, Babe Ruth, figura cumbre del béisbol en Estados Unidos, modificó su itinerario para conocerle. Bill Shankly dijo de él que perteneció a la estirpe de los hombres más grandes, «como Beethoven, Shakespeare y Rembrandt».

Aquel día jugaban el Everton y el Arsenal en Goodison Park. Partido de liga. El Everton ya era campeón, pero quedaba algo por dilucidar: si Dixie Dean conseguiría tres goles, con lo que alcanzaría el número total de sesenta marcados en el campeonato, lo que batiría el récord anterior, establecido en cincuenta y nueve. El Arsenal, un gran equipo en la época, estaba decidido a impedirlo. Pero a los quince minutos ya llevaba dos: el primero, en un cabezazo; el segundo, en un penalti que le habían hecho a él mismo, y que lanzó defectuosamente, aunque pasó entre las piernas del portero. «No ha sido mi mejor tiro», reconocería luego. Ya en el 75’ alcanzaría su tercer gol, en zurdazo a la salida de un córner. Era el récord, eran los sesenta goles en una sola liga, marca que aún nadie ha podido batir en el fútbol inglés. El partido acabó 3-3, pero el suceso, del que todavía se habla en Inglaterra de cuando en cuando, fue el hat trick de Dean, que había superado el desafío.

Aunque su talla apenas llegaba al 1,75, su potencia de salto le permitía ganar a muchos defensas y sus remates de cabeza fueron legendarios. De aquellos sesenta goles, marcó veinte con la cabeza. Su carrera se vio interrumpida a veces por lesiones (pasó hasta quince operaciones) porque los defensas le perseguían con saña. Uno le hizo perder un testículo de una patada que Dean siempre denunció como voluntaria. El Everton llegó a descender a Segunda en la temporada 1929-1930, en la que le faltó Dean por grave lesión. Cuando lo recuperó, volvió a subir. Antes de eso, antes incluso del récord, había sufrido en 1926 un accidente de moto. Los médicos temieron por su vida y anunciaron que, en todo caso, nunca más jugaría, por sus numerosas fracturas. Pero jugó, a la decimosexta semana, y a su reaparición, con el equipo reserva, acudieron 30 000 espectadores.

Se retiró con 473 goles en 502 partidos oficiales, entre liga, Copa y selección. Fue el primer jugador en llevar la camiseta con el número nueve en Wembley, con ocasión de la final de Copa de 1933, la primera que se jugó con números. El Everton numeró del 1 al 11 (Dean, delantero centro, fue el nueve) y el Manchester City, su rival, del 12 (que fue el extremo izquierdo) al 22 (el portero).

Dejó el club en 1938, expulsado por unos directivos desagradecidos. Para entonces era jugador-entrenador. Se apartó discretamente. En 1964 se recuperó su figura en un gran homenaje. Falleció en 1980, a los setenta y tres años. En 2001 se le erigió una estatua en Goodison Park.