Las sensaciones en los despachos de la Ciutat Esportiva en relación al fútbol no son las mejores. Los resultados cosechados no acompañan a las inversiones realizadas, aunque cierto es que, en materia de resultados, los coordinadores y responsables tienen la posibilidad de excusarse en la sanción FIFA que no les permitió alienar a los fichajes hasta el pasado 4 de enero. Entre los refuerzos de la base se esperaba el resurgir de Seung-Woo Lee, el coreano llamado a ser niño prodigio que “está lejos aún de su mejor nivel, aunque tenemos esperanzas de que vuelva a ser el de antes de la sanción”, dice una voz autorizada del club. “Tenemos que esperar a que recupere la chispa y que se olvide en todos los sentidos de la inactividad que sufrió con el resto de sancionados por tres años”, insisten desde La Masía. Mientras, en el Juvenil (y en otras categorías) los futbolistas que acaban contrato esperan a saber qué pasará con ellos. En el Juvenil A, por ejemplo, hay ocho jugadores (Juanma, Franquesa, Río, Theo, Alex, Adrià Vilanova, Cases y Sarsanedas) que esperan noticias. Si el club decide darles la baja, perfecto, pero como alguna entidad quiera ficharlos, el Barça no podrá solicitar entonces derechos de formación al no haberles dicho nada antes del pasado 30 de abril. Las sensaciones entre los más jóvenes son extrañas. Algunos se sienten indefensos ante lo que consideran “pasotismo” del club.
