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BARCELONA

A Luis Enrique se le empieza a poner cara de Carlos Queiroz

La caída culé recuerda a la sufrida por Lattek en el curso 81-82. Carlos Queiroz perdió siete partidos de los últimos diez y pasó de líder a cuarto.

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A Luis Enrique se le empieza a poner cara de Carlos Queiroz
ASTV

Dicen los bomberos que cuando se quema un colchón, lo normal es que sobrevenga un incendio grave. Los colchones arden con mucho humo y rápidamente. Por eso, los servicios de extinción los tienen como uno de los elementos más peligrosos que pueden prender en un hogar. El Barcelona, en el terreno deportivo, acaba de quemar un colchón gigante y mullido que le daba una ventaja de 9 puntos respecto al Atlético de Madrid y de 12 respecto al Real Madrid, dos perseguidores antaño lejanos y que ahora están al acecho.

A cinco jornadas del final del campeonato, el Atlético está empatado a puntos con el Barcelona y el Madrid, a un punto. Una debacle que se explica debido a que los de Luis Enrique han sumado un punto de doce posibles en las últimas cuatro jornadas. Al Barça se le abre un escenario en el que lo único que tiene a favor es la diferencia de goles con sus rivales, pero por contra tiene una trayectoria que recuerda mucho a las catástrofes que en su día protagonizaron Carlos Queiroz con el Real Madrid en la temporada 2003-04 y Udo Lattek con el Barcelona en la campaña 81-82.

Ningún líder de la Liga española ha desperdiciado una ventaja de nueve o más puntos en la historia, pero el Barcelona acaba de igualar una marca célebre y recordada: los ocho puntos que dilapidó el Real Madrid de Carlos Queiroz en la temporada 2003-04 para ceder el título al Valencia de Rafa Benítez. Líderes desde la 21ª jornada, aquel Madrid perdió siete partidos de los últimos 10 y pasó de la primera plaza a la cuarta, un hundimiento sin precedentes del que también se aprovecharon el Barça y el Deportivo, 2º y 3º en aquella Liga, respectivamente.

Para los más veteranos que recuerdan cuando un triunfo valía dos puntos, los barcelonistas recuerdan con pavor la campaña 81-82, cuando el Barça de Udo Lattek encaró las últimas seis jornadas con 43 puntos, por 39 el Madrid y 38 la Real, que a la postre sería el campeón. En los últimos seis partidos de Liga, el Barcelona sumó dos puntos de doce posibles. Dos empates en casa ante Athletic y Betis, mientras que perdió en Valencia, en Pamplona y en Madrid y en casa ante el Espanyol.

Los precedentes de Queiroz y Lattek son dos losas que pesan sobre los aficionados culés como precedente de que lo que parece ganado un día, puede perderse en cinco jornadas finales nefastas.

Varias circunstancias han propiciado un mes de abril aciago en el Camp Nou. El último parón de selecciones castigó al tridente con viajes a Sudamérica y partidos clasificatorios para el Mundial y ahora las cifras son evidentes: la carga de minutos sobre los futbolistas del Barcelona es muy superior a la de los onces habituales de Atlético y Real Madrid. Excepto Iniesta y Bravo, todos los titulares del Barça superan los 3.000 minutos de juego en esta temporada, una barrera que en el Madrid sólo alcanzan Keylor, Kroos y Cristiano. El once tipo del Barça acumula en las piernas 39.122 minutos por los 28.758 de la alineación habitual blanca. Una diferencia equivalente a 10 partidos completos. El bajón físico recuerda también al que sufrió el Madrid de Ancelotti a partir de enero tras el Mundial de Clubes, claro que por entonces, no estaba el Atlético al acecho que se ha erigido como el gran amenaza para ambos rivales.