Las 'reglas' de la MSN: sólo 6 minutos sustituidos por motivos técnicos en 130 partidos
Luis Enrique no se atreve esta temporada con Neymar, Messi y Suárez. Sólo cambió al brasileño testimonialmente en partidos ante el Málaga y River Plate.
Un cambio de cuatro minutitos ante el Málaga en la segunda jornada de Liga y otro testimonial en la final del Mundial de Clubes (al que llegó tocado) en el minuto 88. Eso es todo lo que ha sustituido por motivos técnicos Luis Enrique a los miembros de la MSN en los 130 partidos en los que han sido titulares esta temporada. Messi fue sustituido ante Las Palmas cuando se rompió el ligamento lateral ante Las Palmas y por molestias musculares ante el Athletic de Bilbao también en Liga. Fue suplente en el Calderón por molestias musculares y en el Bernabéu en noviembre cuando reaparecía de la lesión. Pero como Suárez, siempre que jugó permaneció los 90 minutos en el campo.
El detalle (sólo seis minutos en sustituciones por motivos técnicos son poquísimos) no es más que una proyección de la pleitesía de Luis Enrique al tridente a la que se ha visto obligado desde que el año pasado se acumularan episodios que le obligasen a tomar esa determinación. Después de la tormenta de Anoeta en la temporada 2014-15, cuando Messi y Neymar fueron suplentes, el argentino se convirtió en intocable. El brasileño siguió siendo sustituido episódicamente hasta que en el Sánchez Pizjuán, con 1-2 a favor del Barça, le quitó y el Sevilla empató. Hubo otro lío. Desde entonces, el tridente explicó al técnico que estaba frontalmente en contra de las sustituciones. Luis Enrique aceptó por recomendación de los veteranos de la plantilla, especialmente Xavi y Mascherano.
Lo que se fue la gloria del Barça y de Luis Enrique también empieza a ser un problema, ya que el asturiano está atado de pies y manos para realizar sustituciones y, por tanto, cambios tácticos en el equipo. En los últimos partidos, cuando el Barça se ha encontrado con problemas de verdad, la solución ha sido una: cambiar a Rakitic. Es cierto que el croata ha bajado su rendimiento, pero es de los pocos que aporta equilibrio táctico. Ante Real Madrid y en los dos partidos contra el Atlético de Madrid fue sustituido.
El problema no desaparecerá esta temporada en el Barça. Quedan siete partidos y las rotaciones ya no serán tan necesarias porque los azulgrana ya sólo tienen un objetivo hasta el 14 de mayo, la Liga. La final de Copa del Rey será el 21 y, por desgracia para él, se ha quitado de en medio las semifinales de Champions. Pero sí deja abierta la cuestión para la próxima temporada. ¿Puede seguir creciendo el Barça sin una alternativa de calidad en ataque e hipotecado por la exigencia del tridente de jugar todo? Ese es un asunto que deberá resolver la planta noble del Barça.
