La fe contra el campeón

Atlético - Barcelona en directo

Madrid está empapelado. El Nunca dejes de creer amanece cada día en un rincón, ya en puentes o paredes. Pero es que el tifo del Calderón ante el PSV ya es un lema. Nunca dejes de creer. La afición lo hace. Cree en sus jugadores, en la remontada y, sobre todo, en ese técnico, Simeone, capaz de todo, incluso de lo que antes no: ganarle al Barça de Luis Enrique; siete partidos, siete derrotas.

No suena mucho mejor la cuenta de sus enfrentamientos con el Barça: 16 y sólo una victoria, pero qué victoria. No puede recordar más a ésta. Porque en aquel único partido que su Atleti le ganó a los culés la situación era, casi, idéntica: vuelta de cuartos de Champions, Calderón y gol de Koke. 1-0. Pasó el Atleti. La diferencia, el casi, es la ida: entonces 1-1, ahora 2-1.

2-1. El Calderón ya sabe lo que es virar ese resultado en Europa. Ya lo hizo seis veces antes. Los once que hoy jugarán de inicio para intentar lograr la séptima no serán muy diferentes a los de la ida. Son los once del Cholo. Los Juanfran, Godín, Filipe, Gabi, Koke, Saúl o Griezmann con retoques. Porque faltará Torres (sancionado) pero ahí está Carrasco. Y ha vuelto Savic pero parece que Simeone seguirá confiando en Lucas.

Aunque con el argentino, en noches como ésta, no se sabe: sus alineaciones siempre vienen con sorpresa. En 2014 fue Adrián; en 2015 Cani; en la ida Carrasco... Hoy podría ser Correa o, incluso, Vietto. En el fondo, da igual. El Atleti es un grupo y todos tienen interiorizado lo que Simeone dijo en la ida: un minuto en un partido como éste es la vida.

Y, si el Atleti es un todo sin fisuras, en el Barça mandan las individualidades. Todo depende del día que tengan Suárez, Messi o Neymar. Un segundo, un metro o un despiste rival suele ser un gol. Llegan los culés con la ventaja del 2-1 pero también heridos. Si hace un año perder en Anoeta fue el punto de inflexión, la raíz del triplete, el Calderón decidirá hoy qué será este año.

Los once de Luis Enrique serán los de la ida. Tampoco puede elegir más: con las bajas de Rafinha y Vermaelen su banquillo se ha quedado, casi, solo, en Sergi Roberto. Porque ahí también estará Arda, que vuelve por primera vez, pero éste es otro Arda, un Arda gris, intrascendente, mientras, curioso, los que fueron sus compañeros siguen corriendo detrás de todo.

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