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VALENCIA 2 - SEVILLA 1

Negredo da por fin una alegría a Mestalla tras un rebote en el 91'

Parejo habia adelantado a su equipo en el 40' ante un Sevilla repleto de suplentes. Emery movió luego el banquillo y Gameiro empató en el 86'. El Valencia no se rindió y tuvo premio.

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Negredo da por fin una alegría a Mestalla tras un rebote en el 91'
LALIGA

Tenían que ser Dani Parejo y Álvaro Negredo, dos de los protagonistas por diferentes razones de la esquizofrenia en la que habita el Valencia esta temporada, los que con sus goles espantaron los miedos al descenso que habían instalado en Mestalla. Uno de falta directa en el 40’, otro sobre la bocina y de medio rebote, poco después de que Kevin Gameiro lograra el empate en el 86’, dieron a Pako Ayestarán su primera victoria en el banquillo blanquinegro, que visto el panorama clasificatorio de los suyos se celebró como si de un título se tratara.

Tiempo tiene ahora el Valencia por delante para analizar lo sucedido a lo largo de los últimos nueve meses y señalar culpables; tiempo es lo que buscaba Unai con sus rotaciones en Mestalla para preparar su duelo de la Europa League y descanso es lo que tendrá ahora en Liga para centrarse en las competiciones del ‘ko’, porque el Sevilla prácticamente dijo adiós con el gol de Negredo a sus aspiraciones de Champions.

Mestalla se puso en pie para despedir a sus futbolistas al descanso y lógicamente también al final. No es que los de Ayestarán hicieran la octava maravilla del fútbol, pero al menos le pusieron al partido la intensidad y pasión que se respiraba en la grada. En Mestalla había un cometido común: la salvación. Y todos los protagonistas se afanaron en ello. Incluidos a su manera los hispalenses, un equipo el de Unai que se vio de repente en una ‘final’ en la que en verdad poco les iba ni nada les venía y que solo se metió en faena al son de los cambios que hizo el técnico vasco.

Lo dicho, Parejo adelantó a los suyos de falta. Lo hizo con la colaboración de Juan Muñoz, a quienes sus compañeros reprocharon que no saltara en la barrera. Como quiera que el Valencia no hizo el segundo, con Vitolo, Gameiro y Konoplyanka el Sevilla se vino arriba. Fue el francés el que silenció Mestalla. Pero entonces, con el tiempo cumplido, apareció Negredo. Y Mestalla respiró.