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LAS PALMAS 2-VALENCIA 1

Un vendaval de Las Palmas deja en nada el efecto Ayestarán

Los de Setién acarician la permanencia, mientras que el Valencia, que se enfrentará ahora a Sevilla y Barcelona, no levanta cabeza.

Actualizado a
Un vendaval de Las Palmas deja en nada el efecto Ayestarán
LALIGA

Por más que Javi Varas se la puso botando a Rodrigo. Al hispano-brasileño y al efecto Pako Ayestarán. Por más que el error del guardameta permitió al Valencia adelantarse y atrincherarse. Por más que los blanquinegros tuvieron la actitud que les arrebató Neville. Por más que Diego Alves se ganara el jornal. Por más y más cosas que digamos del Valencia... partidazo de Las Palmas. Brutal su segunda mitad. Vendabal amarillo. De equipo de Primera División.

Quique Setién bien pudo dormir a pierna suelta. Él y Viera, Momo, Mesa y cuántos insulares actuaron en el Gran Canaria. Se sobrepusieron al mazazo del gol de Rodrigo y lo hicieron a su manera. Con fútbol de precisión a velocidad de galgo. Los de Ayestarán les aguantaron las pulsaciones 45 minutos. Lo hicieron con seriedad y orden. Incluso Alcácer hubiera podido hacer otro gol en alguno de los dos mano a mano con Varas que le truncó por fuera de juego erróneamente el linier de Pérez Montero. Pero, tras el descanso, solo hubo un color: el amarillo. 

Javi Fuego le devolvió a Las Palmas el favor que Varas le hizo a los suyos. Su penalti sobre Tana fue tan claro como innecesario. Viera, tras precioso duelo de miradas y gestos desde los once metros con Diego Alves, puso entre misterio la igualada. Y a partir de ahí el repertorio de Las Palmas fue bestial. De hecho lo más feo que hicieron los de Setién fue lo más valioso, los goles. Porque Alves casi le detiene con la punta de la bota el penalti a Alves y porque el gol de la victoria insular lo hizo Mustafi en propia puerta tras despeje de Santos.

Sirva ese autogol del central alemán como metáfora de lo que está siendo la temporada del Valencia, un equipo que no levanta cabeza ni tras tres relevos en el banquillo y que se ve, a falta de siete jornadas, 15º en la clasificación. Y Sevilla y Barcelona son sus dos próximo rivales.