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MÁLAGA

Memo Ochoa: "Ahora me toca sentir el cariño de La Rosaleda"

El portero mexicano explica cómo se ha sentido en el vestuario, la adoración que tiene por Roque y el cariño que siempre le dio la afición del Málaga, la que siente suya.

Memo Ochoa: "Ahora me toca sentir el cariño de La Rosaleda"
AStv

P—¿Lo pasó mal todo este tiempo?

R—Te planteas llegar a Málaga con unos objetivos e ideas y luego no fue sencillo. De repente los planes cambian. Pese a todo, no es la primera vez que me enfrento a esto y no me quedaba más que insistir y ser paciente. Supe que tenía que pelear de nuevo, de sacar el ímpetu y de tratar de conseguir convencer al entrenador.

P—Hay mucha gente que opina que a usted le mató el partido de presentación del equipo partido contra la Fiorentina. ¿Lo interpreta usted también así?

R—Esa pregunta es para el entrenador, pero siento que nunca tuve la opción de disputar el puesto. Eso sí, nunca me rendí. Como le dije antes me esforcé y traté de estar bien físicamente. Con el equipo yendo bien, es normal que no se toque nada, pero cuando las cosas se tuercen un poco es cuando esperas la oportunidad. Ves pasar el tiempo y no te dan la oportunidad de competir es difícil mantenerte fuerte mentalmente.

P—¿Y ahora? ¿Qué cree que puede conseguir?

R—La espera ha sido bastante larga y el equipo está prácticamente salvado, después de unos partidos muy trabajados por todos y con unos resultados positivos. Esa es una gran noticia y el fruto logrado. Ahora podemos mirar más arriba que abajo, algo que seguro que el público de La Rosaleda agradecerá. Me tocará poder jugar con mis compañeros y sentir el cariño que desde el primer día me ofreció la afición del Málaga. Ellos siempre me trataron con cariño.

P—¿Qué se disfruta más, una parada o el gol de un compañero?

R—Los goles, sin duda. Yo me lo paso en grande en la portería, en el momento de volar, de poner la mano para despejar la pelota, de repeler un centro… Pero todo y eso, prefiero los goles. Eso es sinónimo de que ganamos y de que al meta no le llegaron tanto, que en el fondo es el gran objetivo del trabajo de la semana. Esto es un juego de equipo y lo importante es ganar.

P—¿Echó de menos una charla con Javi Gracia en estos meses?

R—Me pasó por la cabeza, claro, pero decidí cambiar la estrategia y para seguir esforzándome. Llegué justo con la pretemporada iniciada, con el grupo algo rodado y después de hacer un buen Mundial en Brasil. Pensé que lo que quería el entrenador es que me adaptara a todo, acabase de hacerme al club y a la ciudad, que me acomodara bien en mi nuevo espacio…

P—¿Y?
R—Nunca tuve un comentario del entrenador, nunca, y ya sólo me quedaba trabajar en cada sesión. Ahora estoy jugando por la lesión de un compañero. Eso fue lo que me abrió las puertas de la titularidad. Soy consciente de ello. Pero si antes no pedí explicaciones, ahora tampoco lo haré.

P—¿La renovación del entrenador Gracia puede condicionar su futuro?

R—En el fútbol se vio de todo. Estoy aquí hoy y ahora, pero veremos qué sucede mañana. Tendremos que ver qué intenciones tienen conmigo, pero ya les digo, lo que quiero es disfrutar de todo esto, de los partidos que quedan por delante y de las ganas que tengo por seguir peleando por el bien de la institución.

P—Y de salir de Málaga, ¿seguiría en España?

R—A México no quiero volver. Mi idea sería seguir en España o hacerlo en Europa. Quiero hacer una carrera larga aquí. Por eso siempre peleé tanto, para poder cumplir el sueño de mi infancia, el poder defender la meta de un equipo importante.

P—¿Usted se ve para ser titular?

R—Nunca dudé de mis capacidades. Si no fuese así no me dedicaría a esto, no tengan dudas.

P—¿Y se sintió arropado en el vestuario durante todo este tiempo?

R—Todos me ayudaron y fueron muy respetuosos en todo momento. Desde el día que llegué, todos, del primero al último, estuvieron por mí y me hicieron sentir partícipe de los éxitos.

P—¿Con quién congenió más desde un primer momento?

R—De entrada con los latinoamericanos, pero con el paso de los días, el resto del vestuario. No hay nadie que diga que no lo puedo ver.

P—Del que siempre hablaron muy bien es de Roque Santa Cruz ¿Tan especial es el paraguayo?

R—Hablas con él y cuando te das cuenta te da la sensación de que ha pasado todo volando. Es un tipo maravilloso, una persona muy culta que llega a hablar hasta seis idiomas. Imagínense la cantidad de anécdotas que puede acumular en esa privilegiada cabeza. Luego ves el currículum y te das cuenta de lo que ha hecho. Son futbolistas especiales y agradeces que la vida te haya cruzado con él.

P—Hablaba (en la primera parte de la entrevista publicada ayer en la edición de papel y en as.com) que una de las mejores cosas que le habían pasado en Málaga era el nacimiento de su hijo. Si le sale futbolista, ¿qué?
R—(Risas). Pues ya sabes dónde querrá jugar.

P—Se lo pregunto por una cosa, ¿usted es de los que cree que debe dedicarse al fútbol?

R—¡Para nada! Que haga lo que quiera. Lo único que pido es salud para todos. Esa es la manera de poder elegir qué hacer.

P—¿Cómo lleva la tramitación de su pasaporte? ¿Cree que le queda mucho para poder desbloquear ese asunto?

R—Poco a poco vamos avanzado en ese sentido. Se están arreglando las cosas. Los mexicanos debemos cumplir dos años en España para acceder a esa posibilidad, pero no sé si el proceso no sé si es rápido.

P—¡Qué cosas tiene la vida! Su hija con pasaporte francés al haber nacido en su etapa del Ajaccio, el niño con el español y usted buscando uno…

R—Es curioso, ¿eh? Pero yo me conformo. Seguro que ellos le sacarán un buen rendimiento en el futuro.