Un autogol mata al Levante
El Depor ganó después de 13 partidos sin hacerlo gracias a un rebote. Le adelantó Luis Alberto y Rossi empató momentáneamente para los valencianos.
El Deportivo puso fin a tres meses sin conocer la victoria y para lograrlo tuvo que aliarse con la fortuna (infortunio para el Levante) con un gol en propia puerta de Mariño. La victoria deja a los coruñeses a tiro de piedra de la salvación y hunde al Levante tras una jornada en la que todos los de abajo sumaron.
De inicio ambos equipos coincidieron en que lo primordial era no cometer errores, que lo otro ya llegaría. El dominio, relativo, fue de los coruñeses, que llegaban bien a banda pero sin riesgo final para Mariño. Un remate de Borges y otro de Fayçal contra una cabalgada de Morales.
La planicie la rompió Cani, el único decidido a arriesgar con un pase desequilibrante. Y lo encontró al borde el descanso, con una penetración de Lucas en el área. El coruñés pasó atrás y el balón llegó a su socio Luis Alberto. El gaditano se olvidó de la presión de los tres meses sin ganar, puso pausa y firmó un golazo.
El gol, en lugar de atenazar al Levante, lo despertó y tardó en empatar cinco minutos tras el descanso. Otra vez un jugador inventando, Verza, otra vez un delantero de clase y sangre fría, Rossi. Otro golazo.
Con el empate el partido volvió a los orígenes y el Levante terminó por dar un paso atrás ante el ímpetu de Fede Cartabia y lo pagó a cinco minutos del final. Fue una desgracia para Mariño, pero también un premio a la fe de Lucas que envió al palo el balón que acabó inclinando la balanza.