Los errores condenan al empate a Granada y Rayo
El Arabi marcó los dos tantos locales, uno de penalti, tras sendos fallos defensivos rayistas. Success se autoexpulsó en el 70' y dio alas a los madrileños. Ambos siguen fuera del descenso.
Granada y Rayo se repartieron el botín, hicieron méritos de sobra para sentirse decepcionados con el resultado y se quedan con el consuelo de verse, al menos durante una semana más, fuera de los puestos de descenso. Dos errores garrafales de los madrileños dieron ventaja a los locales y Success equilibró la balanza sufriendo una expulsión infantil a 20 minutos del final. El Granada alcanzó el minuto 87 con ventaja en el marcador (2-1) y el Rayo vio cómo se le esfumaron hasta media docena de ocasiones en tramo final del encuentro.
No es noticia ver al Rayo generar ocasiones y hacer goles un partido tras otro. Pero su fragilidad defensiva se ha convertido en una especie de dogma que minimiza mucho sus opciones cada jornada. En Los Cármenes no fue menos y el Granada castigó la candidez rayista de salida. Crespo no tiró el fuera de juego y los locales convirtieron un balón largo en un dos contra uno letal. Cuenca asistió a El Arabi y el marroquí ejecutó de primeras y con la zurda a Juan Carlos. Con el marcador a favor, los de Jose se limitaron a juntar las líneas y esperar una oportunidad para abrochar el partido. El Rayo no se salió ni un milímetro del plan trazado por Paco Jémez. Pero apenas encontró espacios en la primera parte. Piti, que no cuenta con el beneplácito de Los Cármenes y fue pitado en cada balón que tocó, puso a prueba a Jesús Fernández con un tiro lejano. Poco después se marchó lesionado tras sufrir un golpe en el costado. Mal día para el zurdo.
Mucho mejor le salieron las cosas a Pablo Hernández. El extremo diestro regresó al once tras dejar atrás una lesión y logró empatar el partido cuando agonizaba la primera mitad. Su remate inicial de cabeza tocó en la espalda de Foulquier. Pero el rechace le cayó a su pierna izquierda y a la segunda no perdonó.
El empate rayista fue un espejismo. El Granada retomó el control del partido tras el descanso. En el primer minuto El Arabi se quedó a centímetros del 2-1 y a los ocho minutos un grave error en la entrega de Iturra permitió a Success plantarse solo ante Juan Carlos. El portero midió mal y cometió penalti. El Arabi, el héroe del momento en Los Cármenes, no perdonó.
El ariete marroquí está liderando al Granada desde la llegada de Jose. Con el nuevo técnico ha marcado cuatro goles que han supuesto siete puntos, ha desbancado a Peñaranda y se ha convertido en el gran referente ofensivo del equipo nazarí.
El Rayo no fue capaz de encontrarse hasta que Success hizo la de Barral contra el Espanyol y vio una segunda amarilla absurda por meter el codo en una disputa de balón con Crespo. Hernández Hernández le sacó la segunda amarilla (70') y los madrileños se lanzaron a por el empate. Bebé comandó la ofensiva del Rayo. El brasileño dejó destellos de su calidad, pero falló con el estoque. Como Manucho, que desperdició dos ocasiones muy claras (una de ellas en clamoroso fuera de juego).
Con el Rayo volcado y Success en la ducha, el Granada perdió casi toda opción de cazar una contra y el partido se convirtió en un asedio. Los puntas no acertaron y tuvo que ser Zé Castro, un central, quien dio con la portería de Jesús Fernández en una jugada a balón parado. Manucho se la dejó de espaldas y el zaguero, con un toque preciso, hizo el 2-2 en el minuto 87. El empate no conformó al Rayo, que mantuvo el cerco sobre la portería local. Pablo Hernández y Embarba tuvieron la victoria en el descuento. Pero su falta de puntería y las manos de Jesús Fernández lo evitaron.
El punto no deja satisfecho a ninguno. Granada y Rayo resultaron presos de sus propios errores. Los locales volvieron a dar vida a su rival con la segunda expulsión absurda en cinco días y el Rayo sigue lastrado por culpa de sus notables errores defensivos. Al menos, tienen un motivo para el consuelo: acabarán la jornada fuera del descenso.