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ATLÉTICO - PSV

51.800 contra once

El Atlético, con el apoyo de su afición y su once de gala se mide (20:45, A3) al PSV, que contará con el apoyo de 2.700 holandeses en la grada. Ganar es la única llave a cuartos.

MadridActualizado a
51.800 contra once
AStv

Atlético de Madrid - PSV en directo

"Road to Milano”. Ayer a las tres de la tarde este cartel ya ondeaba en la fachada del Calderón. Camino a Milán. Cinco partidos separan al Atlético de la final de San Siro y el primero, el de esta noche, es fundamental, la puerta a los cuartos. La llave es ganarle al PSV. No hay otra. Y los del Cholo hoy juegan en casa: un Calderón lleno, con 51.800 gargantas suyas (habrá 2.700 holandeses) empujarán por si las piernas fallan.

Que no fallarán. Esa es la idea. Éste el partido. La final. Simeone ayer aún meditaba su once. Sólo con las bajas de Tiago (tibia) y Savic (cuádriceps), lo que parece claro es que jugará Augusto: por eso le reservó ante el Depor. La duda está en el sistema. El técnico dijo que puede ser un 4-3-3 pero con un 4-4-2 podrían jugar Saúl, Gabi, Augusto y Koke en el centro y Griezmann y otro arriba. Ese otro es el interrogante. ¿Vietto? ¿Torres? ¿O quizá Carrasco? El belga se ha convertido en imprescindible por su verticalidad y este experimento (Griezmann-Carrasco) ya le funcionó al Cholo en el Camp Nou... ¿Por qué no repetir?

Después del 0-0 en la ida, algo cambió en el Atlético. Cuatro partidos después, recibe al PSV viviendo su momento en lo físico, en lo anímico y en gol: lo ha encontrado y ya hasta le entran de tres en tres. Y no sólo los hace Griezmann. También Saúl. Y Torres. Y Correa... Y así todo parece, es, más fácil.

Pero viene el PSV con De Jong, que no jugó en la ida por sanción, y es algo así como el coco en versión holandesa: 25 goles lleva ya. Lo bueno para el Atleti es que en Champions sólo son dos y a Cocu le vale con que el 0-0 de la ida no se mueva en los 90’ del Calderón. Se siente cómodo en ese empate y luego ya se verá en los penaltis. Por ello medita plantar cinco defensas y fiarse a los huecos que Guardado y Propper puedan encontrar en el centro y De Jong arriba. Eso si el Atleti le deja, claro. O esas 51.800 gargantas del Calderón que sólo desean una cosa: que el cartel de “Road to Milano” aletee también en su fachada cuando se estén jugando los cuartos.

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