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NÀSTIC

Jordi Calavera pide perdón por no renovar y fichará por el Eibar

El defensa del Nàstic espera volver a jugar después de que el club le apartara. "Acordé renovar, pero no podía rechazar una oferta de Primera", dijo.

Actualizado a
Jordi Calavera, durante la rueda de prensa en el Nou Estadi.
Nàstic de Tarragona

Jordi Calavera será jugador del Eibar la próxima temporada. El defensa del Nàstic de Tarragona ha convocado una rueda de prensa este martes para pedir disculpas al club, a los compañeros y a la afición tras negarse a renovar por la entidad grana cuando había dado su palabra para hacerlo. Explicó los motivos por los que dio este paso atrás y es que "yo quería renovar por el Nàstic, porque lo sentía así, habíamos llegado a un acuerdo, pero se produjo la llamada de un club de Primera cuando todavía no había firmado la renovación y junto con la familia reflexionamos No podía dejar pasar la oferta y decidí dar marcha atrás. En la vida hay que tomar decisiones y sabía que podía tener consecuencias".

Este hecho provocó que el club decidiera apartarle de la dinámica del primer equipo y dejarle sin minutos (tampoco podía jugar con el filial porque ya había jugado diez partidos con los 'mayores'). Lo único que podía dejarle sin castigo era ofrecer una conferencia de prensa para pedir disculpas, tal y como le instó el presidente Josep Maria Andreu, y así lo hizo: "Llevo ocho años en el Nàstic, es el club de mi vida, el que llevo en el corazón, y quiero salir bien de aquí. El club siempre me ha mostrado su predisposición para desbloquear mi situación y espero poder incorporarme de nuevo al primer equipo". Calavera siempre ha expresado que la única oferta que aceptaría sería para jugar en una categoría superior porque "para jugar en esta categoría nada mejor que hacerlo en el club de mi vida. Hubo contactos con clubes de Segunda A, pero no me lo planteé. Tengo 20 años, cualquier jugador quiere estar a Primera y no sé si he acertado o no deportivamente porque Nàstic es un gran club y tiene opciones de jugar a Primera. Eso sí, no me arrepiento de la decisión, sólo de que podría haber hecho mejor las cosas, pero no podía rechazar la oferta que me llegó. Miré por mí y mucha gente no habría rechazado esta oferta".