El Betis fue un brote que descompone al Espanyol
El conjunto andaluz fue muy superior al Espanyol durante los 90 minutos. Rubén Castro abrió el marcador, y Pezzella y Vargas sentenciaron.
Ni el brote de gastroenteritis descompuso tanto al Espanyol como el Betis, que en 20 minutos ya había resuelto con un 0-2 de máxima efectividad. Esta vez a los verdiblancos no les remontaron, sino que supieron afianzar su ventaja y ampliarla en el 71’, con un golazo de Vargas por la escuadra. Ventaja que decide incluso un ‘goal average’ particular que puede ser crucial para la permanencia: el Betis lo gana gracias a que supera el 1-3 perico del Villamarín y a que Sánchez Martínez anuló por fuera de juego inexistente un gol a Gerard Moreno.
El dibujo resultó más fundamental que en un certamen escolar, de Ensenyament. A Merino le surtió efecto su renuncia a un punta, con Ceballos en el mediocentro y el ciclón Musonda liberado, mientras que Galca apostó por lo contrario, Caicedo y Gerard juntos, decisión salomónica que flojeó. Tampoco le funcionó irse despojando de laterales como quien lo fía todo a deshojar una margarita. Lo que no hizo fue nutrir el centro del campo, la clave del éxito en el renacer perico. Ayer alimentó el del Betis, que se aleja del descenso, a cinco puntos, y deja al Espanyol a solo dos.
Los goles capicúa, el primero y el último, fueron además de estrategia. En el 0-1, Vargas puso una falta a Pezzella para que de primeras prolongara a Rubén Castro en el segundo palo. En el 0-3, Castro cedió como si de un libre indirecto se tratara para que Vargas sortease la barrera y colase el balón por la escuadra. En el segundo, de jugada, Musonda burló a Javi López y centró para que Pezzella empujase a placer.