“Que el campo donde empecé lleve mi nombre es un orgullo”

—¿Cómo está su tobillo?
—Poco a poco va mejor. Ahora toca esperar a ver la evolución estos días.
—Es que usted es el jugador de moda, ¿cómo lo lleva?
—Bien. Estoy viviendo esta semana como una más, con mucha tranquilidad.
—Suma nueve goles, ¿se imaginaba una temporada así?
—Ni mucho menos. Es una cifra que nunca había logrado. Cuando empieza el curso siempre quieres hacerte con un puesto, pero nunca pensé que iba a jugar y a marcar tanto. Es una recompensa al buen trabajo de todo el grupo.
—En la mediapunta se siente como pez en el agua...
—No era algo nuevo, en otros equipos ya jugué ahí y, en el Rayo, el mediapunta hace muchos goles. Están los ejemplos de Bueno, Piti o Michu. Este año me está tocando a mí y Paco me ha pedido que ayude en la construcción del juego y que, además, pise el área.
—Entonces, no siempre jugó de centrocampista...
—No, en la cantera del Sevilla lo hacía de central. Desde que tengo uso de razón quería ser futbolista y a los tres o cuatro años ya empecé a dar patadillas al balón. En mi pueblo jugaba de mediocentro, pero en el Sevilla no había centrales y decidieron retrasarme. Así estuve hasta cadetes, que ya volví al mediocampo.
—¿Cómo llegó al Sevilla?
—En mi pueblo había tres chavales que jugaban allí y a uno le preguntaron si conocía a alguien. Fui probando un día a la semana durante tres meses y al final me comunicaron que contaban conmigo para la siguiente campaña en benjamines.
—¿Cuál es su mejor recuerdo de entonces?
—Los campeonatos a los que íbamos, las vivencias y las amistades que haces.
—¿Con quién coincidió?
—Con Sergio Rico (portero del Sevilla), Luna (Eibar), Alberto Moreno (Liverpool) o con Dani Jiménez (Alcorcón). Hay también algunos en Segunda B.
—¿Es especial para usted medirse al Sevilla?
—Por supuesto. Cuando sale el calendario lo primero que hago es ver la fecha del partido contra ellos. Me motiva aún más.
—¿Cómo afrontan el duelo?
—Llega en nuestro mejor momento de la temporada. Desde que ha empezado la segunda vuelta se está viendo un Rayo distinto: hace las cosas mejor y se corresponde con puntos.
—Ahora la salvación parece más cercana.
—Se puede conseguir. Con las cosas que estamos haciendo, la permanencia está mucho más cerca, pero queremos seguir mejorando y puntuar de tres en tres.
—Vive su segunda temporada en el Rayo, hábleme del club...
—Es como me dijeron: humilde, familiar y en el que me iba a encontrar muy cómodo. Es distinto a lo que se ve en otros equipos. Aquí hay gente trabajadora y la afición de Vallecas es especial, siempre está con el equipo a las buenas y a las malas.
—Paco siempre se deshace en elogios hacia usted.
—Le agradezco sus palabras. Es muy exigente y trata de sacar el máximo rendimiento a todos. Vive el fútbol con mucha pasión, como se ve en la banda, y es valiente, siempre va a por el partido sea cual sea el rival. Eso es bueno porque el Rayo tiene un modelo de juego reconocido.
—Muchos le ven como el heredero de Trashorras, pero ¿quiénes han sido sus referentes?
—Xavi e Iniesta, los mejores centrocampistas del mundo.
—El campo de fútbol del polideportivo de su pueblo (Mairena del Alcor) lleva su nombre.
—Fue un gesto de La Barrera, el club del que soy socio. El detalle de poner mi nombre al campo municipal me llenó de orgullo porque ahí empecé a dar mis primeras patadas a un balón. Siempre que voy allí, noto el cariño de la gente, que me para por la calle.