El Nàstic sufre para ganar a un Tenerife que se quedó con diez
Jorge fue expulsado en el 35’ y los grana dominaron la primera mitad tras los goles de Emaná y Naranjo. Omar hizo el 2-1 y mandó una ocasión al palo.
En Tarragona bien harían en empezar a hacer suya la sevillana que le dedicaban a Emaná en el Betis: “Que no nos falte Emaná, que no que no”. El camerunés controló el tempo del juego en la primera mitad y se bastó para poner de cara el encuentro ante el Tenerife en siete minutos. Marcó en el 30’ y asistió a Naranjo para que hiciera el 2-0 en el 37’. La expulsión por doble amarilla a Jorge en el 35’ también ayudó a que el encuentro fuera más plácido para un Nàstic que acabó pidiendo la hora. Omar hizo el 2-1 en el 48’ y después el palo evitó el empate. Los grana sufrieron para ganar, pero van lanzados hacia el playoff. Y lo hacen al son de Emaná.
El inicio del encuentro estuvo marcado por el homenaje que le brindaron a Xisco Campos —cumplió 200 partidos con el Nàstic— y la dureza. Vitolo puede dar buena cuenta de ello porque en diez minutos fue el centro de todas las faltas. Muñiz se jugó la roja en el 3’, pero el árbitro no quiso decantar el encuentro. Hasta el minuto 20, solo Lozano hizo que el encuentro tuviera algo de interés pero el Tenerife apenas creaba juego. El Nàstic esperaba agazapado, pero cuando apareció Emaná la tormenta fue incontrolable. El camerunés, si está al nivel, está un peldaño por encima del resto y se volvió a constatar. Sus cambios de ritmo son imparables y en el 30’ hizo el 1-0. No necesitó tirar de su potencia porque el balón que le puso Muñiz fue medido y tan solo tuvo que colocar la cabeza para peinar el balón y batir a Dani Hernández. Tras ese gol, el encuentro solo tuvo un color, el grana, y lo aprovechó para sentenciar el duelo. Jorge puso —él no quería— su granito de arena porque vio su segunda amarilla en el 35’ y el castigo se multiplicó cuando dos minutos después, Naranjo hizo el 2-0. Emaná volvió a aparecer en escena para ponerle un balón al espacio y con una definición de ‘9’, Naranjo superó con el exterior a Dani Hernández. Tras ello, el Tenerife juntó las líneas y la mejor noticia para sus intereses fue que llegó el descanso.
El mensaje de Martí caló en su plantilla porque a los 3 minutos de la segunda mitad, Saúl centró al área y ahí apareció Omar para firmar el 2-1 y dar alas a su Tenerife. Las dudas se despositaron en el Nàstic y Omar pudo empatar, pero el palo se alió con Reina.
En los últimos minutos, el Tenerife acusó jugar tanto tiempo con un jugador menos y les faltó físico para empatar. Lozano y Martínez tuvieron ocasiones, pero la suerte les fue esquiva.