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SEVILLA-LEVANTE

El Levante le duró 52 segundos al sputnik Gameiro

El francés hizo el primero y asistió en el segundo a Iborra. Marcó Rossi pero sentenció Konoplyanka con un golazo. El Sevilla, diez victorias seguidas en casa, ya pisa Europa.

Actualizado a
LALIGA

Dijo Rubi que la podían montar gorda en Nervión pero la bomba del día fue Gameiro. Enganchado al francés y a dos goles en el inicio de cada tiempo, uno del jugador que persigue la llamada de Deschamps y otro de Iborra, el Sevilla, diez victorias consecutivas en casa, pisó al fin con todas las de la ley la zona europea aunque holgazaneó tras el 2-0 y se pudo meter en un lío del que le sacó, al fin, Konoplyanka. El ucraniano, que juega en su burbuja, firmó un gol marca de la casa de esos que tanto se le vieron en el Dnipro y que llenan vídeos que emocionan a los ojeadores y esconden otras carencias que se detectan en el día a día. El gol, al menos, le permitirá recuperar cierta fe en su fútbol.

El partido se descosió a los 52 segundos. Gameiro, más rápido que nadie, marcó su gol número 12 en Liga, todos al primer toque. Se explican así los problemas del francés para definir cuando tiene que pensar. Lo suyo es llegar y pegar. Durante la primera parte, Mariño salvó otros dos goles cantados que el francés remató al muñeco. Le falta pausa a Gameiro, pero su contribución al Sevilla este año está siendo capital. Con Bacca, su mejor socio, en Milán, él ha mantenido su producción goleadora (14 goles esta temporada en 28 partidos). El plan de partido, en fin, se vio modificado con ese gol fugaz que cogió a contrapié al Levante, con muchas grietas en su banda derecha, martilleada por Tremoulinas. Al Levante le mantuvo vivo en ataque las carreras de Morales, correoso pero poco concreto. Ghilas y Lerma no aparecieron y para lo atrevido que es Rubi con los planteamientos, produjo poco. Hasta pudo dar gracias a Mariño por irse al descanso con 1-0. Reyes, muy cómodo con el ritmo del partido, mandó y dejó varias perlas. Sigue siendo una delicia verlo jugar y así se lo reconoce la afición.

También fue Gameiro el más rápido en la segunda pare. Esta vez en el segundo minuto dejó sólo a Iborra, que se siente cómodo como segundo delantero. El 2-0 debía ser el broche de la mañana sevillana pero Sergio Rico, que venía de ser la estrella en el Calderón, se comió un remate fácil de Rossi que metió al Levante en el partido. Recién renovado hasta 2019, Rico estuvo especialmente inseguro. Pepito está todavía lejos de su mejor nivel físico y le cuesta ir al choque. Pero entiende el juego y agudizará el ingenio. Sin estar ni a la mitad de su nivel (30 partidos las últimas 4 temporadas), desprende fútbol. En España, Rossi llevaba sin hacer un gol desde octubre de 2011.

El personal se puso nervioso con el 2-1 y Emery (iguala a Caparrós como tercer entrenador con más victorias en Liga de la historia del Sevilla y está a cinco de Manolo Cardo), desde la grada y con algún cambio ya hecho, observó con preocupación cómo el Levante merodeaba por el área del Sevilla. Así hasta que Konoplyanka agarró el balón y, en su jugada preferida, la estampó en la escuadra. El Sánchez Pizjuán se liberó y empezó a calentar el partido del jueves. Porque el Sevilla ya mira la Liga desde Europa, pero también huele la gloria en la Copa. Y va a por el Celta.