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FÚTBOL BASE

Un juvenil del Pozuelo pide la inhabilitación de Villar

A Alejandro Urrea, colombiano de 16, le niegan la ficha FFM y RFEF por la normativa FIFA sobre menores. "Infringe normas superiores", dice su abogado.

MadridActualizado a
Alejandro Urrea, en las gradas del estadio del Pozuelo.
CHEMA DIAZ

Alejandro Urrea Arango, colombiano de 16 años, contra Ángel María Villar. Esa es, grosso modo, la descripción de la denuncia que Luz María, madre del chico, presentó ayer en el Consejo Superior de Deportes ante la situación que vive: pese a su deseo y el de sus padres, a Alejandro no le permiten inscribirse como portero en el juvenil de quinta categoría del Pozuelo.

En la denuncia, Luz María pide la inhabilitación de Villar durante cuatro años, el mismo castigo para Vicente Temprado, presidente de la Federación de Fútbol de Madrid, y la tramitación inmediata de la ficha federativa de su hijo, que ya se ha perdido 15 encuentros de los 28 del calendario.

Todo basado en los requerimientos FIFA para los menores extranjeros: el padre de Alejandro, divorciado de su madre y empresario, vive en Medellín y desde allí apoya la formación de su hijo, así como su pasión por el fútbol. Su madre, estudiante, no trabaja por voluntad propia. “Y en base a eso, a que no presentan el contrato de trabajo de los dos padres, él no puede jugar al fútbol. Puede residir en España y estar escolarizado, pero no jugar al fútbol”, comenta José Sánchez Parra, abogado de Alejandro.

Sánchez Parra solicitó en primera instancia que se tramitase la ficha en la FFM (tuvo que acudir con un notario para que recibiesen la queja); la Federación Madrileña delegó en la RFEF, que todavía no ha respondido. En su denuncia, el abogado enumera las normativas que se están incumpliendo, todas en teoría superiores a una circular de una entidad privada como es FIFA: la Constitución, la Convención sobre los Derechos del Niño, el Tratado de la Unión Europea o la Ley del Deporte, entre otras. Hasta contradice los propios estatutos de la FIFA, que prohíben “la discriminación por origen nacional”. A la espera de una solución, Alejandro se entrena y acude a cada partido. Aunque sabe que, de momento, lo que le espera es la grada: “Lo unico que quiero es jugar”.